# 61

Números 26

1 Yahveh habló a Moisés y a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y les
dijo:
2 «Haced el recuento de toda la comunidad de los israelitas, por casas
paternas, de veinte años en adelante, de todos los útiles para la guerra.»
3 Moisés y el sacerdote Eleazar les pasaron revista en las Estepas de
Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó,
4 como había mandado Yahveh a Moisés y a los israelitas cuando
salían de Egipto. De veinte años en adelante:
5 Rubén, primogénito de Israel. Hijos de Rubén: de Henoc, el clan
henoquita; de Pallú, el clan paluita;
6 de Jesrón, el clan jesronita; de Karmí, el clan karmita.
7 Esos eran los clanes rubenitas. Hecho el censo, resultaron ser
43.730.
8 Hijos de Pallú: Eliab.
9 Hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abirón. Estos Datán y Abirón eran
famosos en la comunidad y se rebelaron contra Moisés y Aarón con la
cuadrilla de Coré, cuando ésta se rebeló contra Yahveh.
10 La tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré, cuando el fuego
devoró a 250 hombres, para que sirvieran de escarmiento.
11 Pero los hijos de Coré no murieron.
12 Hijos de Simeón, por clanes: De Nemuel, el clan nemuelita; de
Yamín, el clan yaminita; de Yakín, el clan yakinita;
13 de Zéraj, el clan zerajita; de Saúl, el clan saulita.
14 Esos eran los clanes simeonitas. Fueron contados: 22.200.
15 Hijos de Gad, por clanes: De Sefón, el clan sefonita; de Jagguí, el
clan jagguita; de Suní, el clan sunita;
16 de Ozní, el clan oznita; de Erí, el clan erita;
17 de Arod, el clan arodita; de Arelí, el clan arelita.
18 Esos eran los clanes de los hijos de Gad. Según el censo fueron
contados: 40.500.
19 Hijos de Judá: Er y Onán. Er y Onán murieron en la tierra de
Canaán.
20 Los hijos de Judá, por clanes, eran: de Selá, el clan selanita; de
Peres, el clan peresita; de Zéraj, el clan zerajita.
21 Hijos de Peres fueron: de Jesrón, el clan jesronita; de Jamul, el clan
jamulita.
22 Esos eran los clanes de Judá. Según el censo fueron contados:
76.500.
23 Hijos de Isacar, por clanes: de Tolá, el clan tolaíta; de Puvá el clan
puvita24 de Yasub, el clan yasubita; de Simrón, el clan simronita.
25 Esos eran los clanes de Isacar. Según el censo fueron contados
64.300.
26 Hijos de Zabulón, por clanes: de Séred, el clan sardita; de Elón, el
clan elonita; de Yajleel, el clan yajleelita.
27 Esos eran los clanes de Zabulón. Según el censo: 60.500.
28 Hijos de José, por clanes: Manasés y Efraím.
29 Hijos de Manasés: de Makir, el clan makirita. Makir engendró a
Galaad. De Galaad, el clan galaadita.
30 Los hijos de Galaad eran: de Yézer, el clan Yezerita; de Jéleq, el
clan jelequita;
31 Asriel, el clan asrielita; Sekem, el clan sekemita;
32 Semidá, el clan semidaita; Jéfer, el clan jeferita;
33 Selofjad, hijo de Jéfer, no tuvo hijos; solamente hijas. Se llamaban
las hijas de Selofjad: Majlá, Noá, Jojlá, Milká y Tirsá.
34 Esos eran los clanes de Manasés, según el censo: 52.700.
35 Estos eran los hijos de Efraím, por clanes: de Sutélaj, el clan
sutelajita; de Beker, el clan bekerita; de Taján, el clan tajanita.
36 Estos son los hijos de Sutélaj: de Erán, el clan eranita.
37 Esos eran los clanes de los hijos de Efraím. Según el censo fueron
contados: 32.500. Esos eran los hijos de José, por clanes.
38 Hijos de Benjamín, por clanes: de Belá, el clan belaíta; de Asbel, el
clan asbelita; de Ajiram, el clan ajiramita;
39 de Sefufam, el clan sefufamita; de Jufam, el clan jufamita.
40 Fueron los hijos de Belá, Ard y Naamán: el clan ardita; de Naamán,
el clan naamanita.
41 Esos eran los hijos de Benjamín, por clanes. Según el censo fueron
contados: 45.600.
42 Estos eran los hijos de Dan, por clanes: de Sujam, el clan sujamita.
Estos eran los clanes de Dan, por clanes:
43 Todos los clanes sujamitas. Según el censo fueron contados:
64.400.
44 Hijos de Aser, por clanes: de Yimná, el clan yimnita; de Yisví, el
clan yisvita; de Beriá, el clan berita.
45 De los hijos de Beriá: de Jéber, el clan jeberita; de Malkiel, el clan
malkielita.
46 La hija de Aser, se llamaba Sáraj.
47 Esos eran los clanes de los hijos de Aser. Según el censo fueron
contados: 53.400.
48 Hijos de Neftalí, por clanes: de Yajseel, el clan yajseelita; de Guní,
el clan gunita;
49 de Yéser, el clan yisrita; de Sillem, el clan silemita.
50 Esos eran los clanes de Neftalí, por clanes. Según el censo fueron
contados: 45.400.
51 Los revistados de los israelitas resultaron ser 601.730.
52 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:53 «A éstos les has de repartir la tierra en herencia, conforme al
número de alistados:
54 al grande le aumentarás la herencia y al pequeño se la reducirás; a
cada uno se le dará la herencia según el número de sus alistados.
55 Pero el reparto se hará a suertes; según el número de alistados de
cada tribu paterna se hará la distribución.
56 A suertes distribuirás la herencia, distinguiendo entre el grande y el
pequeño.
57 Estos fueron los alistados de Leví, por clanes. De Guerson, el clan
guersonita; de Quehat, el clan quehatita; de Merarí, el clan merarita.
58 Estos eran los clanes de Leví: el clan libnita, el clan hebronita, el
clan majlita, el clan musita, el clan coreíta. Quehat engendró a Amram.
59 La mujer de Amram se llamaba Yokebed, hija de Leví, que le
nació a Leví en Egipto. Amram tuvo de ella a Aarón, a Moisés y a María su
hermana.
60 Aarón engendró a Nadab y Abihú, a Eleazar e Itamar.
61 Nadab y Abihú murieron al ofrecer fuego profano delante de
Yahveh.
62 El total del censo de todos los varones de un mes en adelante fue
23.000. Porque no fueron alistados con los demás israelitas, pues no se les
daba herencia entre los demás israelitas.
63 Estos fueron los revistados por Moisés y el sacerdote Eleazar.
Revistaron a los israelitas en las Estepas de Moab, cerca del Jordán a la
altura de Jericó.
64 Entre ellos no quedaba nadie de los que habían sido alistados por
Moisés y por el sacerdote Aarón, cuando hicieron el censo de los israelitas
en el desierto del Sinaí.
65 Es que Yahveh les había dicho que morirían en el desierto, sin que
quedara uno de ellos, excepto Caleb, hijo de Yefunné, y Josué, hijo de
Nun.

Números 27

1 Entonces se acercaron las hijas de Selofjad, hijo de Jéfer, hijo de
Galaad, hijo de Makir, hijo de Manasés, de los clanes de Manasés, hijo de
José. Se llamaban las hijas: Majlá, Noá, Joglá, Milká y Tirsá.
2 Se presentaron a Moisés y al sacerdote Eleazar, a los principales y a
toda la comunidad, a la entrada de la Tienda del Encuentro, y dijeron:
3 «Nuestro padre murió en el desierto. No era de la facción que se
amotinó contra Yahveh, de la facción de Coré; por sus propios pecados
murió sin tener hijos.
4 ¿Por qué ha de ser borrado de su clan el nombre de nuestro padre,
sólo por no haber tenido hijos? Danos alguna propiedad entre los hermanos
de nuestro padre.»
5 Moisés expuso su caso ante Yahveh.
6 Respondió Yahveh a Moisés:7 «Han hablado bien las hijas de Selofjad. Dales, pues, en propiedad
una heredad entre los hermanos de su padre; traspásales a ellas la herencia
de su padre.
8 Y dirás a los israelitas: Si un hombre muere y no tiene ningún hijo,
traspasará su herencia a su hija.
9 Si tampoco tiene hija, daréis la herencia a sus hermanos.
10 Si tampoco tiene hermanos, daréis la herencia a los hermanos de su
padre.
11 Y si su padre no tenía hermanos, daréis la herencia al pariente más
próximo de su clan, el cual tomará posesión de ella. Esta será norma de
derecho para los israelitas, según lo ordenó Yahveh a Moisés.»
12 Dijo Yahveh a Moisés: «Sube ahí a la sierra de Abarim y mira la
tierra que he dado a los israelitas.
13 Cuando la veas, irás a reunirte tú también a los tuyos, como se
reunió tu hermano Aarón.
14 Porque os rebelasteis en el desierto de Sin, cuando protestó la
comunidad y cuando os mandé manifestar delante de ella mi santidad, por
medio del agua.» Estas son las aguas de Meribá de Cadés, en el desierto de
Sin.
15 Habló Moisés a Yahveh y le dijo:
16 «Que Yahveh, Dios de los espíritus de toda carne, ponga un
hombre al frente de esta comunidad,
17 uno que salga y entre delante de ellos y que los haga salir y entrar,
para que no quede la comunidad de Yahveh como rebaño sin pastor.»
18 Respondió Yahveh a Moisés: «Toma a Josué, hijo de Nun, hombre
en quien está el espíritu, impónle tu mano,
19 y colócalo delante del sacerdote Eleazar y delante de toda la
comunidad para darle órdenes en presencia de ellos
20 y comunicarle parte de tu dignidad, con el fin de que le obedezca
toda la comunidad de los israelitas.
21 Que se presente al sacerdote Eleazar y que éste consulte acerca de
él, según el rito del Urim, delante de Yahveh. A sus órdenes saldrán y a sus
órdenes entrarán él y todos los israelitas, toda la comunidad.»
22 Moisés hizo como le había mandado Yahveh: tomó a Josué y lo
puso delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la comunidad.
23 Le impuso su mano y le dio sus órdenes, como había dicho Yahveh
por Moisés.

Salmo 82 (81)

(1) = Salmo. De Asaf. = 1 Dios se levanta en la asamblea divina, en medio de los dioses juzga:
2 «¿Hasta cuándo juzgaréis inicuamente, y haréis acepción de los
impíos?
3 Juzgad en favor del débil y del huérfano, al humilde, al indigente
haced justicia;
4 al débil y al pobre liberad, de la mano de los impíos arrancadle!» =
Pausa. =
5 No saben ni comprenden; caminan en tinieblas, todos los cimientos
de la tierra vacilan.
6 Yo había dicho: «¡Vosotros, dioses sois, todos vosotros, hijos del
Altísimo!»
7 Mas ahora, como el hombre moriréis, como uno solo caeréis,
príncipes.
8 ¡Alzate, oh Dios, juzga a la tierra, pues tú eres el señor de todas las
naciones!

Hechos 16

16 Sucedió que al ir nosotros al lugar de oración, nos vino al
encuentro una muchacha esclava poseída de un espíritu adivino, que
pronunciando oráculos producía mucho dinero a sus amos.
17 Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: «Estos hombres son
siervos del Dios Altísimo, que os anuncian un camino de salvación.»
18 Venía haciendo esto durante muchos días. Cansado Pablo, se
volvió y dijo al espíritu: «En nombre de Jesucristo te mando que salgas de
ella.» Y en el mismo instante salió.19 Al ver sus amos que se les había ido su esperanza de ganancia,
prendieron a Pablo y a Silas y los arrastraron hasta el ágora, ante los
magistrados;
20 los presentaron a los pretores y dijeron: «Estos hombres alborotan
nuestra ciudad; son judíos
21 y predican unas costumbres que nosotros, por ser romanos, no
podemos aceptar ni practicar.»
22 La gente se amotinó contra ellos; los pretores les hicieron arrancar
los vestidos y mandaron azotarles con varas.
23 Después de haberles dado muchos azotes, los echaron a la cárcel y
mandaron al carcelero que los guardase con todo cuidado.
24 Este, al recibir tal orden, los metió en el calabozo interior y sujetó
sus pies en el cepo.
25 Hacia la media noche Pablo y Silas estaban en oración cantando
himnos a Dios; los presos les escuchaban.
26 De repente se produjo un terremoto tan fuerte que los mismos
cimientos de la cárcel se conmovieron. Al momento quedaron abiertas todas
las puertas y se soltaron las cadenas de todos.
27 Despertó el carcelero y al ver las puertas de la cárcel abiertas, sacó
la espada e iba a matarse, creyendo que los presos habían huido.
28 Pero Pablo le gritó: «No te hagas ningún mal, que estamos todos
aquí.»
29 El carcelero pidió luz, entró de un salto y tembloroso se arrojó a los
pies de Pablo y Silas,
30 los sacó fuera y les dijo: «Señores, ¿qué tengo que hacer para
salvarme?»
31 Le respondieron: «Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu
casa.»
32 Y le anunciaron la Palabra del Señor a él y a todos los de su casa.
33 En aquella misma hora de la noche el carcelero los tomó consigo y
les lavó las heridas; inmediatamente recibió el bautismo él y todos los
suyos.
34 Les hizo entonces subir a su casa, les preparó la mesa y se alegró
con toda su familia por haber creído en Dios.
35 Llegado el día, los pretores enviaron a los lictores a decir al
carcelero: «Pon en libertad a esos hombres.»
36 El carcelero transmitió estas palabras a Pablo: «Los pretores han
enviado a decir que os suelte. Ahora, pues, salid y marchad.»
37 Pero Pablo les contestó: «Después de habernos azotado
públicamente sin habernos juzgado, a pesar de ser nosotros ciudadanos
romanos, nos echaron a la cárcel; ¿y ahora quieren mandarnos de aquí a
escondidas? Eso no; que vengan ellos a sacarnos.»
38 Los lictores transmitieron estas palabras a los pretores. Les entró
miedo al oír que eran romanos.
39 Vinieron y les rogaron que saliesen de la ciudad.

40 Al salir de la cárcel se fueron a casa de Lidia, volvieron a ver a los
hermanos, los animaron y se marcharon.

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