LAS LEYES DEL INFIERNO (1)

P. José A. Fortea

En este ensayo el Teólogo y Exorcista español el P. Fortea continua con su proceso de reflexión y discernimiento sobre este estado, lugar o condición al que van las almas condenadas. Reflexiona también, que condición mental y volitiva produce como efecto el que un alma se condenada. Incluso, estima el número de almas condenadas y como se vivirá eternamente en el cielo y en el infierno.

OPINIÓN SOBRE DONDE SE ENCUENTRAN LAS ALMAS BIENAVENTURADAS

De manera que ese mundo material que es la morada de los condenados estará habitado por hombres condenados y por demonios que serán visibles a los ojos humanos. Del mismo modo, el planeta Tierra estará habitado por hombres bienaventurados y por ángeles. Cada uno de esos dos planetas será el nexo entre esos dos mundos material y espiritual. Es cierto que, hasta la Resurrección Universal, las almas están en una dimensión espiritual, en una morada que nada tiene de material. Pero el alma humana necesita tener algo material ante los ojos de su mente. Del mismo modo que el alma, aun siendo feliz en el cielo, se siente incompleta hasta que recupera su cuerpo, también su mente se siente incompleta sin tener un mundo material alrededor de ella, aunque solo sea para mirarlo, para recorrerlo, sin poder actuar en él. De manera que las almas, aun no ocupando ningún lugar material, sí que están (por razón de su obrar) en un lugar concreto. Y la razón es la que he dicho: la psicología humana precisa tener un mundo material delante de los ojos. Los ángeles, no; pero los humanos, sí que tienen esa necesidad. No se sienten a gusto en un mundo meramente “vaporoso”. Los bienaventurados sí que son felices porque ven a Dios. Jesucristo y su santa madre tienen cuerpo, por lo cual están en algún lugar.

No pienso que sea razonable pensar que están en una isla en medio de la nada del espacio. Alguien dirá que están en otra dimensión. Pero sea como sea esa dimensión, al final, allí habrá un lugar. Con lo cual, aunque la palabra “dimensión” suene a algo misterioso, todo se reduce a que o están en este universo físico o están en otro universo físico. Jesús y María o están en un lugar de este universo o están en un lugar físico no conectado con este universo, a eso se reduce las vaporosas palabras “otra dimensión”. ¿Para qué estar en otro universo? ¿Tiene alguna ventaja tal cosa? Pienso que no.

Dado que la idea de una isla flotando en mitad de la nada me parece totalmente artificial, pienso que Jesús y María están en un planeta similar a la Tierra cuando fue creada en tiempos del Génesis. Y que están allí rodeados de almas y ángeles. Allí estarán también Enoc y Elías, tal vez están como dormidos, pues si no su etapa de viadores duraría milenios.

Por lo tanto, en mi modesta opinión, tras pensar, durante años, que las almas están en lugares etéreos, ahora pienso que están alrededor de Jesús y María, los cuales están en un planeta paradisiaco, un planeta físico, situado en algún lugar de este universo.

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