DÍA # 45

Levítico 1


1 Yahveh llamó a Moisés y le habló así desde la Tienda del
Encuentro:
2 Habla a los israelitas y diles: Cuando alguno de vosotros presente a
Yahveh una ofrenda, podréis hacer vuestras ofrendas de ganado, mayor o
menor.
3 Si su ofrenda es un holocausto de ganado mayor ofrecerá un macho
sin defecto; lo ofrecerá a la entrada de la Tienda del Encuentro, para que sea
grato ante Yahveh.
4 Impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y le será aceptada
para que le sirva de expiación.
5 Inmolará el novillo ante Yahveh; los hijos de Aarón, los sacerdotes,
ofrecerán la sangre y la derramarán alrededor del altar situado a la entrada
de la Tienda del Encuentro.
6 Desollará después la víctima y la descuartizará;
7 los hijos de Aarón, los sacerdotes, pondrán fuego sobre el altar y
colocarán leña sobre el fuego;
8 luego, los hijos de Aarón, los sacerdotes, dispondrán las porciones,
la cabeza y el sebo, encima de la leña colocada sobre el fuego del altar.
9 El lavará con agua las entrañas y las patas y el sacerdote lo quemará
todo en el altar. Es un holocausto, un manjar abrasado de calmante aroma
par Yahveh.
10 Si su ofrenda es de ganado menor, de corderos o cabras, para
holocausto, ofrecerá un macho sin defecto.
11 Lo inmolará al lado septentrional del altar ante Yahveh, y los hijos
de Aarón los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar.
12 Luego, lo despedazará en porciones, y el sacerdote las dispondrá,
con la cabeza y el sebo, encima de la leña colocada sobre el fuego del altar.
13 Lavará él con agua las entrañas y las patas, y el sacerdote lo
ofrecerá todo y lo quemará en el altar. Es un holocausto, un manjar
abrasado de calmante aroma para Yahveh.
14 Si su ofrenda a Yahveh es un holocausto de aves, presentará como
ofrenda tórtolas o pichones.
15 El sacerdote la ofrecerá en el altar, descervigará su cabeza y la
quemará en el altar; su sangre será exprimida contra la pared del altar.
16 Quitará entonces el buche con las plumas y los arrojará al lado
oriental del altar, al lugar donde se echan las cenizas.
17 Abrirá el ave entre las alas, sin llegar a partirla; y la quemará en el
altar, encima de la leña colocado sobre el fuego. Es un holocausto, un
manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.

Levítico 2

1 Cuando alguien ofrezca a Yahveh una oblación, su ofrenda
consistirá en flor de harina, sobre la que derramará aceite y pondrá incienso.
2 La llevará a los hijos de Aarón, a los sacerdotes; tomará un puñado
de la harina con aceite y todo el incienso; el sacerdote lo quemará en el altar
como memorial, manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.
3 El resto de la oblación será para Aarón y para sus hijos, como
porción sacratísima del manjar abrasado para Yahveh.
4 Cuando ofrezcas una oblación de pasta cocida al horno, será de flor
de harina en panes ázimos amasados con aceite, o en tortas ázimas untadas
en aceite.
5 Si tu ofrenda es una oblación preparada en la chapa, ha de ser de flor
de harina, amasada con aceite, sin levadura.
6 La partirás en trozos y encima derramarás aceite. Es una oblación.
7 Si tu ofrenda es una oblación preparada en cazuela, se hará de flor
de harina con aceite.
8 La oblación que ha sido preparada con estas cosas, se la llevarás a
Yahveh. Será presentada al sacerdote, quien la llevará al altar.
9 El sacerdote reservará parte de la oblación como memorial y lo
quemará en el altar, como manjar abrasado de calmante aroma para
Yahveh.
10 El resto de la oblación será para Aarón y para sus hijos, como
porción sacratísima del manjar abrasado de Yahveh.
11 Toda la oblación que ofrezcáis a Yahveh será preparada sin
levadura, pues ni de fermento ni de miel quemaréis nada como manjar
abrasado para Yahveh.
12 Sí que los podréis ofrecer como ofrenda de primicias, pero no
subirán al altar como sacrificio de calmante aroma.
13 Sazonarás con sal toda oblación que ofrezcas; en ninguna de tus
oblaciones permitirás que falte nunca la sal de la alianza de tu Dios; en
todas tus ofrendas ofrecerás sal.
14 Si ofreces a Yahveh una oblación de primicias ofrecerás, como
oblación de tus primicias, espigas tostadas al fuego o grano tierno majado.
15 Derramarás sobre ella aceite y le echarás además incienso; es una
oblación.
16 El sacerdote quemará, como memorial de la misma, parte del grano
majado y del aceite, con todo el incienso, como manjar abrasado para
Yahveh.

Levítico 3

1 Si su ofrenda es un sacrificio de comunión, si lo que ofrece es
vacuno, macho o hembra, ofrecerá ante Yahveh una res sin defecto.
2 Impondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará en la
entrada de la Tienda del Encuentro. Luego los hijos de Aarón, los
sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar.
3 El ofrecerá parte del sacrificio de comunión como manjar abrasado
para Yahveh: el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las
mismas;
4 los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos; y el resto
que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones.
5 Los hijos de Aarón lo quemarán en el altar encima del holocausto
que está sobre la leña, que está encima del fuego. Será un manjar abrasado
de calmante aroma para Yahveh.
6 Si su ofrenda de sacrificio de comunión para Yahveh es de ganado
menor, macho o hembra, ofrecerá una res sin defecto.
7 Si ofrece como ofrenda un cordero, lo presentará ante Yahveh,
8 impondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará ante
la Tienda del Encuentro; los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor
del altar.
9 El ofrecerá, de este sacrificio de comunión, el sebo, como manjar
abrasado para Yahveh: el rabo entero que se cortará desde la rabadilla; el
sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas;
10 los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos, y el resto
que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones.
11 El sacerdote lo quemará en el altar como alimento, manjar
abrasado para Yahveh.
12 Si su ofrenda consiste en una cabra, la presentará ante Yahveh,
13 impondrá la mano sobre su cabeza y la inmolará ante la Tienda del
Encuentro; los hijos de Aarón derramarán su sangre alrededor del altar.
14 Presentará de ella como ofrenda suya, manjar abrasado para
Yahveh: el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas;
15 los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos; y el resto
que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones.
16 El sacerdote lo quemará en el altar como alimento, manjar
abrasado de calmante aroma para Yahveh. Toda la grasa perpetua de
generación en generación, dondequiera que habitéis: no comeréis nada de
grasa ni de sangre.

Levítico 4

1 Yahveh habló así a Moisés:
2 Habla a los israelitas y diles: Si alguien peca por inadvertencia
contra cualquiera de los mandamientos de Yahveh sobre lo que no se debe
hacer y comete una de estas acciones prohibidas:
3 Si el que peca es el sacerdote ungido, haciendo culpable al pueblo,
entonces ofrecerá a Yahveh por el pecado que ha cometido un novillo sin
defecto, como sacrificio por el pecado.
4 Llevará el novillo a la entrada de la tienda del Encuentro ante
Yahveh, impondrá la mano sobre la cabeza del novillo y lo inmolará ante
Yahveh.
5 El sacerdote ungido tomará parte de la sangre del novillo y la llevará
a la Tienda del Encuentro.
6 El sacerdote mojará su dedo en la sangre y rociará con ella siete
veces ante Yahveh frente al velo del Santuario.
7 El sacerdote pondrá parte de la sangre en los cuernos del altar del
incienso aromático ante Yahveh en la Tienda del Encuentro, y verterá toda
la sangre del novillo al pie del altar de los holocaustos que se encuentra a la
entrada de la Tienda del Encuentro.
8 De todo el sebo del novillo sacrificado por el pecado, reservará el
sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas;
9 los dos riñones y el sebo adherido a ellos y a los lomos, y el resto
que cubre el hígado; quitará todo este sebo junto con los riñones, –
10 todo como lo reservado del novillo del sacrificio de comunión – y
el sacerdote lo quemará sobre el altar de los holocaustos.
11 La piel del novillo, toda su carne, con su cabeza y sus patas, sus
entrañas con los excrementos,
12 el novillo entero, lo sacará fuera del campamento, a un lugar puro,
al vertedero de las cenizas. Lo quemará con fuego de leña; será quemado en
el vertedero de las cenizas.
13 Si toda la comunidad de Israel peca por inadvertencia, haciendo
cualquiera de las cosas prohibidas por los mandamientos de Yahveh,
haciéndose así culpable, quedando el hecho oculto a los ojos de la
asamblea;
14 en cuanto llegue a saberse el pecado cometido en ella, la asamblea
ofrecerá un novillo en sacrificio por el pecado. Lo llevarán ante la Tienda
del Encuentro;
15 los ancianos de la comunidad impondrán las manos sobre la cabeza
del novillo ante Yahveh y se inmolará el novillo ante Yahveh.
16 Luego, el sacerdote ungido llevará parte de la sangre del novillo a
la Tienda del Encuentro;
17 el sacerdote mojará su dedo en la sangre y rociará siete veces ante
Yahveh frente al velo.
18 Pondrá parte de la sangre en los cuernos del altar que se halla ante
Yahveh en la Tienda del Encuentro, y derramará el resto de la sangre al pie
del altar de los holocaustos, situado a la entrada de la Tienda del Encuentro.
19 Reservará todo el sebo del novillo y lo quemará en el altar,
20 haciendo con este novillo como con el novillo del sacrificio por el
pecado. Lo mismo hará con él. Así el sacerdote hará expiación por ellos y
se les perdonará.
21 Sacará el novillo fuera del campamento y lo quemará como el
novillo anterior. Este es el sacrificio por el pecado de la asamblea.
22 Si es un príncipe el que ha pecado, haciendo por inadvertencia
cualquiera de las cosas prohibidas por los mandamientos de Yahveh su
Dios, haciéndose así culpable;
23 si se le advierte del pecado cometido, llevará como ofrenda un
macho cabrío sin defecto.
24 Impondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío y lo inmolará
en el lugar donde se inmola el holocausto ante Yahveh. Es un sacrificio por
el pecado.
25 El sacerdote mojará su dedo en la sangre de la víctima, untará los
cuernos del altar de los holocaustos y derramará la sangre al pie del altar de
los holocaustos.
26 Quemará todo el sebo en el altar como el sebo del sacrificio de
comunión. El sacerdote hará así la expiación por él, por su pecado, y se le
perdonará.
27 Si uno cualquiera del pueblo de la tierra peca por inadvertencia
haciendo algo prohibido por los mandamientos de Yahveh, haciéndose así
culpable;
28 si se le advierte del pecado cometido, presentará como ofrenda por
el pecado cometido una cabra sin defecto.
29 Impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la inmolará en el
mismo lugar de los holocaustos.
30 El sacerdote mojará su dedo en la sangre, untará los cuernos del
altar de los holocaustos, y derramará toda la sangre al pie del altar.
31 Separará todo el sebo de la víctima, como se separa el sebo de un
sacrificio de comunión, y el sacerdote lo quemará en el altar como calmante
aroma para Yahveh. El sacerdote hará así expiación por él y se le
perdonará.
32 Si lleva un cordero como ofrenda suya por el pecado, sea lo que
lleve una hembra sin defecto;
33 impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la inmolará
como sacrificio por el pecado en el lugar donde se inmola el holocausto.
34 El sacerdote mojará su dedo en la sangre de la víctima y untará los
cuernos del altar de los holocaustos, y derramará toda la sangre al pie del
mismo altar.
35 Separará todo el sebo de la víctima, como se separa el sebo del
cordero del sacrificio de comunión, y el sacerdote lo quemará en el altar,
junto con los manjares abrasados de Yahveh. El sacerdote hará expiación
por él, por el pecado cometido, y se le perdonará.

Levítico 5

1 Si alguien peca en uno de estos casos: Uno ha oído la fórmula
conjuratoria, y es testigo, porque lo ha visto u oído, y no lo declara y se
carga así con su iniquidad;
2 o bien, uno toca cualquier cosa impura, sea el cadáver de una fiera
impura, o el de ganado impuro o el de un bicho impuro, y, aun sin darse
cuenta, se hace así él mismo impuro y culpable;
3 o bien, uno toca cualquiera de las inmundicias humanas con que
puede contaminarse, sin darse cuenta; y, saberlo, se hace culpable;
4 o bien, uno pronuncia con los labios sin darse cuenta un juramento
favorable o desfavorable, en cualquiera de las cosas que el hombre suele
jurar y, al saberlo, se hace culpable de ello;
5 el que es culpable en uno de estos casos confesará aquello en que ha
pecado,
6 y como sacrificio de reparación por el pecado cometido, llevará a
Yahveh una hembra de ganado menor, oveja o cabra, como sacrificio por el
pecado. Y el sacerdote hará por él expiación de su pecado.
7 Cuando sus recursos no alcancen para una res menor, presentará a
Yahveh, como sacrificio de reparación por su pecado, dos tórtolas o dos
pichones, uno como sacrificio por el pecado y otro en holocausto.
8 Los llevará al sacerdote, quien ofrecerá primero el que se destina al
sacrificio por el pecado. Con las uñas descervigará la cabeza junto a la nuca
sin arrancarla.
9 Rociará con sangre de la víctima el lateral del altar, y el resto de la
sangre será exprimida al pie del altar. Es un sacrificio por el pecado.
10 Con el segundo hará un holocausto, conforme a la norma. El
sacerdote le hará así expiación por el pecado cometido y le será perdonado.
11 Si no le alcanza para dos tórtolas o dos pichones, presentará, como
ofrenda suya por haber pecado, una décima de medida de flor de harina
como sacrificio por el pecado. No añadirá aceite, ni echará sobre ella
incienso, porque es sacrificio por el pecado.
12 La llevará al sacerdote; y el sacerdote, tomando de ella un puñado
como memorial, lo quemará en el altar, junto con los manjares que se
abrasan para Yahveh. Es un sacrificio por el pecado.
13 El sacerdote hará expiación por él, a causa del pecado que cometió
en cualquiera de aquellos casos, y se le perdonará. El sacerdote tendrá su
parte como en la oblación.
14 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
15 Si alguien comete una prevaricación pecando por inadvertencia
contra los derechos sagrados de Yahveh, ofrecerá a Yahveh, como
sacrificio de reparación, un carnero del rebaño, sin defecto, valorado en
siclos de plata, en siclos del Santuario, como sacrificio de reparación.
16 Resarcirá lo que defraudó pecando contra los derechos sagrados, y
añadirá un quinto más, y se lo dará al sacerdote. El sacerdote hará por él la
expiación con el carnero del sacrificio de reparación; y se le perdonará.
17 Si alguien peca sin darse cuenta, haciendo algo prohibido por los
mandamientos de Yahveh, se hace culpable y cargará con su iniquidad.
18 Llevará al sacerdote, como sacrificio de reparación, un carnero del
rebaño, sin defecto, según su valoración; y el sacerdote hará expiación por
él a causa del error que cometió sin darse cuenta, y se le perdonará.
19 Es un sacrificio de reparación, pues era ciertamente culpable ante
Yahveh.
20 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
21 Si uno peca y comete una prevaricación contra Yahveh engañando
a su prójimo acerca de un depósito o de un objeto confiado a sus manos, o
de algo robado, o bien oprimiendo a su prójimo violentamente,
22 o si halla un objeto perdido y lo niega, o jura en falso acerca de
cualquiera de las cosas en que el hombre suele pecar;
23 cuando así peca, haciéndose culpable, devolverá lo robado, o lo
exigido con violencia, o el depósito que se le confió, o la cosa perdida que
halló,
24 o todo aquello sobre lo cual juró en falso. Lo restituirá
íntegramente, añadiendo un quinto más, y lo devolverá a quien lo poseía en
el día en que se hizo culpable.
25 Entregará para Yahveh su sacrificio de reparación: un carnero del
rebaño, sin defecto, según su valoración, como sacrificio de reparación ante
el sacerdote.
26 El sacerdote hará por él la expiación delante de Yahveh, y será
perdonado en cualquiera de los casos en que fuera culpable.

Salmo 56 (55)


(1) = Del maestro de coro. Según: «La opresión de los príncipes
lejanos». De David. A media voz. Cuando los filisteos se apoderaron de él
en Gat. =
1 (2) Tenme piedad, oh Dios, porque me pisan, todo el día
hostigándome me oprimen.
2 (3) Me pisan todo el día los que me asechan, innumerables son los
que me hostigan en la altura.
3 (4) El día en que temo, en ti confío.
4 (5) En Dios, cuya palabra alabo, en Dios confío y ya no temo, ¿qué
puede hacerme un ser de carne?
5 (6) Todo el día retuercen mis palabras, todos sus pensamientos son
de hacerme mal;
6 (7) se conjuran, se ocultan, mis pisadas observan, como para atrapar
mi alma.
7 (8) Por su iniquidad, ¿habrá escape para ellos? ¡Abate, oh Dios, a
los pueblos en tu cólera!
8 (9) De mi vida errante llevas tú la cuenta, ¡recoge mis lágrimas en
tu odre!
9 (10) Entonces retrocederán mis enemigos, el día en que yo clame.
Yo sé que Dios está por mí.
10 (11) En Dios, cuya palabra alabo, en Yahveh, cuya palabra alabo,
11 (12) en Dios confío y ya no temo, ¿qué puede hacerme un
hombre?
12 (13) A mi cargo, oh Dios, los votos que te hice: sacrificios te
ofreceré de acción de gracias,
13 (14) pues tú salvaste mi alma de la muerte, para que marche ante
la faz de Dios, en la luz de los vivos.

Salmo 57 (56)

(1) = Del maestro de coro. «No destruyas.» De David. A media voz.
Cuando, huyendo de Saúl, se escondió en la cueva. =
1 (2) Tenme piedad, oh Dios, tenme piedad, que en ti se cobija mi
alma; a la sombra de tus alas me cobijo hasta que pase el infortunio.
2 (3) Invoco al Dios Altísimo, al Dios que tanto hace por mí.
3 (4) Mande desde los cielos y me salve, confunda a quien me pisa,
envíe Dios su amor y su verdad. = Pausa. =
4 (5) Mi alma está tendida en medio de leones, que devoran a los hijos
de Adán; sus dientes son lanzas y saetas, su lengua, una espada acerada.
5 (6) ¡Alzate, oh Dios, sobre los cielos, sobre toda la tierra, tu gloria
6 (7) Tendían ellos una red bajo mis pasos, mi alma se doblaba; una
fosa cavaron ante mí, ¡cayeron ellos dentro! = Pausa. =
7 (8) A punto está mi corazón, oh Dios, mi corazón a punto; voy a
cantar, voy a salmodiar,
8 (9) ¡gloria mía, despierta!, ¡despertad, arpa y cítara!, ¡a la aurora he
de despertar!
9 (10) Te alabaré entre los pueblos, Señor, te salmodiaré entre las
gentes;
10 (11) porque tu amor es grande hasta los cielos, tu verdad hasta las
nubes.
11 (12) ¡Álzate, oh Dios, sobre los cielos, sobre toda la tierra, tu
gloria!

Mateo 27

51 En esto, el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo;
tembló la tierra y las rocas se hendieron.
52 Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos
resucitaron.
53 Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él,
entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos.
54 Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a
Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron:
«Verdaderamente éste era Hijo de Dios.»
55 Había allí muchas mujeres mirando desde lejos, aquellas que
habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle.
56 Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago
y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
57 Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que
se había hecho también discípulo de Jesús.
58 Se presentó a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato dio
orden de que se le entregase.
59 José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia
60 y lo puso en su sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca;
luego, hizo rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se fue.
61 Estaban allí María Magdalena y la otra María, sentadas frente al
sepulcro.
62 Al otro día, el siguiente a la Preparación, los sumos sacerdotes y
los fariseos se reunieron ante Pilato
63 y le dijeron: «Señor, recordamos que ese impostor dijo cuando aún
vivía: “A los tres días resucitaré.”
64 Manda, pues, que quede asegurado el sepulcro hasta el tercer día,
no sea que vengan sus discípulos, lo roben y digan luego al pueblo:
“Resucitó de entre los muertos”, y la última impostura sea peor que la
primera.»
65 Pilato les dijo: «Tenéis una guardia. Id, aseguradlo como sabéis.»
66 Ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y
poniendo la guardia.

Mateo 28

1 Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana, María
Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro.
2 De pronto se produjo un gran terremoto, pues el Ángel del Señor
bajó del cielo y, acercándose, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella.
3 Su aspecto era como el relámpago y su vestido blanco como la
nieve.
4 Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se
quedaron como muertos.
5 El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: «Vosotras no temáis,
pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado;
6 no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar
donde estaba.
7 Y ahora id enseguida a decir a sus discípulos: “Ha resucitado de
entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis.” Ya os lo
he dicho.»
8 Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y
corrieron a dar la noticia a sus discípulos.
9 En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Dios os guarde!» Y
ellas, acercándose, se asieron de sus pies y le adoraron.
10 Entonces les dice Jesús: «No temáis. Id, avisad a mis hermanos que
vayan a Galilea; allí me verán.»
11 Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a
contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado.
12 Estos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una
buena suma de dinero a los soldados,
13 advirtiéndoles: «Decid: “Sus discípulos vinieron de noche y le
robaron mientras nosotros dormíamos.”
14 Y si la cosa llega a oídos del procurador, nosotros le
convenceremos y os evitaremos complicaciones.»
15 Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones
recibidas. Y se corrió esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy.
16 Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que
Jesús les había indicado.
17 Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron.
18 Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder
en el cielo y en la tierra.
19 Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
20 y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí
que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»

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