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Levítico 23


1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
2 Habla a los israelitas y diles: Solemnidades de Yahveh que
convocaréis como asambleas santas. Estas son mis solemnidades:
3 Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de descanso
completo, reunión sagrada en que no haréis trabajo alguno. Será descanso
de Yahveh dondequiera que habitéis.
4 Estas son las solemnidades de Yahveh, las reuniones sagradas que
convocaréis en las fechas señaladas.
5 El mes primero, el día catorce del mes, entre dos luces, será la
Pascua de Yahveh.
6 El quince de este mes se celebrará la fiesta de los Ázimos en honor
de Yahveh. Durante siete días comeréis panes ázimos.
7 El día primero tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo
servil.
8 Ofreceréis durante siete días manjares abrasados a Yahveh. El
séptimo día celebraréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil.
9 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
10 Habla a los israelitas y diles: Cuando, después de entrar en la tierra
que yo os doy, seguéis allí su mies, llevaréis una gavilla, como primicias de
vuestra cosecha, al sacerdote,
11 que mecerá la gavilla delante de Yahveh, para alcanzaros su favor.
El día siguiente al sábado la mecerá el sacerdote.
12 Ese mismo día en que mecieres la gavilla, sacrificaréis un cordero
de un año, sin defecto, como holocausto a Yahveh,13 junto con su oblación de dos décimas de flor de harina amasada
con aceite, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. Su
libación de vino será un cuarto de sextario.
14 No comeréis pan ni grano tostado ni grano tierno hasta ese mismo
día, hasta traer la ofrenda de vuestro Dios. Decreto perpetuo será éste de
generación en generación dondequiera que habitéis.
15 Contaréis siete semanas enteras a partir del día siguiente al sábado,
desde el día en que habréis llevado la gavilla de la ofrenda mecida;
16 hasta el día siguiente al séptimo sábado, contaréis cincuenta días y
entonces ofreceréis a Yahveh una oblación nueva.
17 Llevaréis de vuestras casas como ofrenda mecida dos panes,
hechos con dos décimas de flor de harina y cocidos con levadura, como
primicias para Yahveh.
18 Juntamente con el pan ofreceréis a Yahveh siete corderos de un
año, sin defecto, un novillo y dos carneros: serán el holocausto para Yahveh
además de su ofrenda y sus libaciones, como manjar abrasado de calmante
aroma para Yahveh.
19 Ofreceréis también un macho cabrío como sacrificio por el pecado,
y dos corderos de un año como sacrificio de comunión.
20 El sacerdote los mecerá como ofrenda ante Yahveh, juntamente
con el pan de las primicias y con los dos corderos; serán consagrados a
Yahveh y pertenecerán al sacerdote.
21 Ese mismo día convocaréis una reunión sagrada; la celebraréis y no
haréis ningún trabajo servil. Decreto perpetuo será éste de generación en
generación dondequiera que habitéis.
22 Cuando cosechéis la mies de vuestra tierra, no siegues hasta el
borde de tu campo, ni espigues los restos de tu mies; los dejarás para el
pobre y para el forastero. Yo, Yahveh, vuestro Dios.
23 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
24 Habla a los israelitas y diles: En el mes séptimo, el primer día del
mes será para vosotros de gran descanso, una fiesta conmemorativa con
clamor de trompetas, una reunión sagrada.
25 No haréis ningún trabajo servil, y ofreceréis manjares abrasados a
Yahveh.
26 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
27 Además el día décimo de este séptimo mes será el día de la
Expiación, en el cual tendréis reunión sagrada; ayunaréis y ofreceréis
manjares abrasados a Yahveh.
28 No haréis en ese mismo día ningún trabajo, pues es el día de
Expiación, en el que se ha de hacer la expiación por vosotros delante de
Yahveh, vuestro Dios.
29 El que no ayune ese día será exterminado de entre su pueblo.
30 Al que haga en tal día un trabajo cualquiera, yo lo haré perecer de
en medio de su pueblo.
31 No haréis, pues, trabajo alguno. Es decreto perpetuo, de generación
en generación, dondequiera que habitéis.32 Será para vosotros día de descanso completo y ayunaréis; el día
nueve del mes, por la tarde, de tarde a tarde, guardaréis descanso.
33 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
34 Habla a los israelitas y diles: El día quince de ese séptimo mes
celebraréis durante siete días la fiesta de las Tiendas en honor a Yahveh.
35 El día primero habrá reunión sagrada y no haréis trabajo servil
alguno.
36 Durante siete días ofreceréis manjares abrasados a Yahveh. El día
octavo tendréis reunión sagrada y ofreceréis manjares abrasados a Yahveh.
Habrá asamblea solemne. No haréis trabajo servil alguno.
37 Estas son las solemnidades de Yahveh en las que habéis de
convocar reunión sagrada para ofrecer manjares abrasados a Yahveh,
holocaustos y oblaciones, víctimas y libaciones, cada cosa en su día,
38 sin contar los sábados de Yahveh, sin contar vuestros dones, sin
contar todos vuestros votos, sin contar todas vuestras oblaciones
voluntarias, las que ofrezcáis a Yahveh.
39 El día quince del séptimo mes, después de haber cosechado el
producto de la tierra, celebraréis la fiesta en honor de Yahveh durante siete
días. El primer día será de descanso completo e igualmente el octavo.
40 El primer día tomaréis frutos de los mejores árboles, ramos de
palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces de río; y os alegraréis en la
presencia de Yahveh, vuestro Dios, por espacio de siete días.
41 Celebraréis fiesta en honor de Yahveh durante siete días cada año.
Será decreto perpetuo de generación en generación. En el séptimo mes la
celebraréis.
42 Durante siete días habitaréis en cabañas. Todos los naturales de
Israel morarán en cabañas,
43 para que sepan vuestros descendientes que yo hice habitar en
cabañas a los israelitas cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo, Yahveh,
vuestro Dios.
44 Moisés promulgó las solemnidades de Yahveh a los israelitas.

Levítico 24

1 Yahveh habló a Moisés, diciendo:
2 Manda a los israelitas que te traigan para el alumbrado aceite puro
de oliva molida, para alimentar continuamente la llama.
3 Aarón lo preparará fuera del velo del Testimonio, en la Tienda del
Encuentro para que arda de continuo ante Yahveh desde la tarde hasta la
mañana. Es decreto perpetuo para vuestros descendientes.
4 El colocará las lámparas sobre el candelabro puro que permanece
ante Yahveh.
5 Tomarás flor de harina, y cocerás con ella doce tortas, dos décimas
para cada una.
6 Las colocarás en dos filas, seis en cada fila, sobre la mesa pura en la
presencia de Yahveh.7 Pondrás sobre cada fila incienso puro, que hará del pan un
memorial, manjar abrasado para Yahveh.
8 Se colocará en orden cada sábado en presencia continua ante
Yahveh de parte de los israelitas, como alianza perpetua.
9 Será de Aarón y de sus hijos, y lo comerán en lugar sagrado; porque
lo considerarás como cosa sacratísima, de los manjares que se abrasan para
Yahveh. Decreto perpetuo.
10 Había salido con los israelitas el hijo de una mujer israelita y de
padre egipcio. Cuando el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron
en el campo,
11 el hijo de la israelita blasfemó y maldijo el Nombre, por lo que le
llevaron ante Moisés. Su madre se llamaba Selomit, hija de Dibrí, de la
tribu de Dan.
12 Lo retuvieron en custodia hasta decidir el caso por sentencia de
Yahveh.
13 Y entonces Yahveh habló a Moisés y dijo:
14 Saca al blasfemo fuera del campamento; todos los que lo oyeron
pongan las manos sobre su cabeza, y que lo lapide toda la comunidad.
15 Y hablarás así a los israelitas: Cualquier hombre que maldiga a su
Dios, cargará con su pecado.
16 Quien blasfeme el Nombre de Yahveh, será muerto; toda la
comunidad lo lapidará. Sea forastero o nativo, si blasfema el Nombre,
morirá.
17 El que hiera mortalmente a cualquier otro hombre, morirá.
18 El que hiera de muerte a un animal indemnizará por él: vida por
vida.
19 Si alguno causa una lesión a su prójimo, como él hizo así se le
hará:
20 fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se le hará la
misma lesión que él haya causado a otro.
21 El que mate un animal, indemnizará por él; mas el que mate a un
hombre, morirá.
22 Del mismo modo juzgarás al forastero y al nativo; porque yo soy
Yahveh vuestro Dios.
23 Habló entonces Moisés a los israelitas. Sacaron al blasfemo fuera
del campamento y lo lapidaron. Los israelitas hicieron como Yahveh había
mandado a Moisés.

Levítico 25

1 Habló Yahveh a Moisés en el monte Sinaí diciendo:
2 Habla a los israelitas y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que
yo voy a daros, la tierra tendrá también su descanso en honor de Yahveh.
3 Seis años sembrarás tu campo, seis años podarás tu viña y
cosecharás sus productos;
4 pero el séptimo año será de completo descanso para la tierra, un
sábado en honor de Yahveh: no sembrarás tu campo, ni podarás tu viña.5 No segarás los rebrotes de la última siega, ni vendimiarás los
racimos de tu viña sin podar. Será año de descanso completo para la tierra.
6 Aun en descanso, la tierra os alimentará a ti, a tu siervo, a tu sierva,
a tu jornalero, a tu huésped. que residen junto a ti.
7 También a tus ganados y a los animales de tu tierra servirán de
alimento todos sus productos.
8 Contarás siete semanas de años, siete veces siete años; de modo que
el tiempo de las siete semanas de años vendrá a sumar cuarenta y nueve
años.
9 Entonces en el mes séptimo, el diez del mes, harás resonar clamor de
trompetas; en el día de la Expiación haréis resonar el cuerno por toda
vuestra tierra.
10 Declararéis santo el año cincuenta, y proclamaréis en la tierra
liberación para todos sus habitantes. Será para vosotros un jubileo; cada uno
recobrará su propiedad, y cada cual regresará a su familia.
11 Este año cincuenta será para vosotros un jubileo: no sembraréis, ni
segaréis los rebrotes, ni vendimiaréis la viña que ha quedado sin podar,
12 porque es el jubileo, que será sagrado para vosotros. Comeréis lo
que el campo dé de sí.
13 En este año jubilar recobraréis cada uno vuestra propiedad.
14 Si vendéis algo a vuestro prójimo o le compráis algo, ved que nadie
dañe a su hermano.
15 Comprarás a tu prójimo atendiendo el número de años que siguen
al jubileo; u según el número de los años de cosecha, él te fijará el precio de
venta:
16 a mayor número de años, mayor precio cobrarás; cuantos menos
años queden, tanto menor será su precio, porque lo que él te vende es el
número de cosechas.

17 Ninguno de vosotros dañe a su prójimo, antes bien teme a tu Dios; pues yo soy Yahveh vuestro Dios.

18 Cumplid mis preceptos; guardad mis normas y cumplidlas; así
viviréis seguros en esta tierra.
19 Y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta saciaros; y habitaréis
seguros en ella.
20 Si preguntáis: «¿Qué comeremos el año séptimo, puesto que no
podremos sembrar ni cosechar nuestros productos?» –
21 Yo os mandaré mi bendición en el año sexto, de modo que
producirá para tres años;
22 sembraréis el año octavo y seguiréis comiendo de la cosecha
anterior hasta el año noveno. Hasta que venga su cosecha, seguiréis
comiendo de la anterior.
23 La tierra no puede venderse para siempre, porque la tierra es mía,
ya que vosotros sois para mí como forasteros y huéspedes.
24 En todo terreno de vuestra propiedad concederéis derecho a
rescatar la tierra.25 Si se empobrece tu hermano y vende algo de su propiedad, su goel
más cercano vendrá y rescatará lo vendido por su hermano.
26 Si alguno no tiene goel, adquiera por sí mismo recursos suficientes
para su rescate;
27 calcule los años pasados desde la venta y devuelva al comprador la
cantidad del tiempo que falta; así volverá a su propiedad.
28 Pero si no halla lo suficiente para recuperarla, lo vendido quedará
en poder del comprador hasta el año jubilar, y en el jubileo quedará libre; y
el vendedor volverá a su posesión.
29 Si uno vendiere una vivienda en ciudad amurallada, su derecho a
rescatarla durará hasta que se cumpla el año de su venta; un año entero
durará su derecho de rescate.
30 En caso de no ser rescatada para él dentro de un año entero, la casa
situada en ciudad amurallada quedará a perpetuidad para el comprador y sus
descendientes y no quedará libre en el jubileo.
31 Mas las casas de las aldeas sin murallas que las rodeen serán
tratadas como los campos del país: hay derecho de rescate y en el año
jubilar quedan libres.
32 En cuanto a las ciudades de los levitas, los levitas tendrán siempre
derecho de rescate sobre las casas de las ciudades de su propiedad.
33 En el caso de que se haya de rescatar de mano de un levita, lo
vendido – una casa que es propiedad suya en la ciudad – quedará libre en el
jubileo; porque las casas de las ciudades de los levitas son su propiedad en
medio de los israelitas.
34 No pueden venderse los campos que rodean sus ciudades, pues son
su propiedad para siempre.
35 Si tu hermano se empobrece y vacila su mano en asuntos contigo,
lo mantendrás como forastero o huésped, para que pueda vivir junto a ti.
36 No tomarás de él interés ni usura, antes bien teme a tu Dios y deja
vivir a tu hermano junto a ti.
37 No le darás por interés tu dinero ni le darás tus víveres a usura.
38 Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto,
para daros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios.
39 Si se empobrece tu hermano en asuntos contigo y tú lo compras, no
le impondrás trabajos de esclavo;
40 estará contigo como jornalero o como huésped, y trabajará junto a
ti hasta el año del jubileo.
41 Entonces saldrá de tu casa, él y sus hijos con él, volverá a su
familia y a la propiedad de sus padres.
42 Porque ellos son siervos míos, a quienes yo saqué de la tierra de
Egipto; no han de ser vendidos como se vende un esclavo.
43 No serás tirano con él, sino que temerás a tu Dios.
44 Los siervos y las siervas que tengas, serán de las naciones que os
rodean; de ellos podréis adquirir siervos y siervas.

45 También podréis comprarlos entre los hijos de los huéspedes que
residen en medio de vosotros, y de sus familias que viven entre vosotros, es
decir, de los nacidos en vuestra tierra. Esos pueden ser vuestra propiedad,
46 y los dejaréis en herencia a vuestros hijos después de vosotros
como propiedad perpetua. A éstos los podréis tener como siervos; pero si se
trata de vuestros hermanos, los israelitas, tú, como entre hermanos, no le
mandarás con tiranía.
47 Si el forastero o huésped que mora contigo adquiere bienes, y, en
cambio, tu hermano se empobrece en asuntos con él y se vende al forastero,
al que mora contigo, o a algún descendiente de familia de forastero,
48 después de haberse vendido le quedará el derecho al rescate: uno
de sus hermanos podrá rescatarlo.
49 Lo rescatará su tío paterno, o el hijo de su tío, o algún otro pariente
cercano suyo dentro de su familia, o, si alcanzan sus recursos, él mismo
podrá rescatarse.
50 Contará con su comprador los años desde el de la venta hasta el
año jubilar; y el precio se calculará en proporción de los años, valorando
sus días de trabajo como los de un jornalero.
51 Si faltan todavía muchos años, en proporción a ellos devolverá,
como precio de su rescate, una parte del precio de venta.
52 Si faltan pocos años hasta el jubileo, se le calculará en proporción a
ellos, y lo pagará como rescate,
53 como quien trabaja a jornal año por año. No permitas que se le trate
con tiranía ante tus ojos.
54 Si nos es rescatado por otros, quedará libre el año del jubileo, él y
sus hijos con él.
55 Porque a mí es a quien sirven los israelitas; siervos míos son, a
quienes yo he sacado del país de Egipto. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

Salmo 67 (66)

(1) = Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo.
Cántico. =
1 (2) ¡Dios nos tenga piedad y nos bendiga, su rostro haga brillar
sobre nosotros! = Pausa. =
2 (3) Para que se conozcan en la tierra tus caminos, tu salvación entre
todas las naciones.
3 (4) ¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos, todos los pueblos te den
gracias! 4 (5) Alégrense y exulten las gentes, pues tú juzgas al mundo con
justicia, con equidad juzgas a los pueblos, y a las gentes en la tierra
gobiernas. = Pausa. =
5 (6) ¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos, todos los pueblos te den
gracias!
6 (7) La tierra ha dado su cosecha: Dios, nuestro Dios, nos bendice.
7 (8) ¡Dios nos bendiga, y teman ante él todos los confines de la
tierra!

Salmo 68 (67)

(1) = Del maestro de coro. De David. Salmo. Cántico. =
1 (2) ¡Álcese Dios, sus enemigos se dispersen, huyan ante su faz los
que le odian!
2 (3) Cual se disipa el humo, los disipas; como la cera se derrite al
fuego, perecen los impíos ante Dios.
3 (4) Mas los justos se alegran y exultan ante la faz de Dios, y saltan
de alegría.
4 (5) Cantad a Dios, salmodiad a su nombre, abrid paso al que
cabalga en las nubes, alegraos en Yahveh, exultad ante su rostro.
5 (6) Padre de los huérfanos y tutor de las viudas es Dios en su santa
morada;
6 (7) Dios da a los desvalidos el cobijo de una casa, abre a los
cautivos la puerta de la dicha, mas los rebeldes quedan en un suelo ardiente.
7 (8) Oh Dios, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando pasabas
el desierto, = Pausa. =
8 (9) la tierra retembló, y hasta los cielos se licuaron ante la faz de
Dios, ante la faz de Dios, el Dios de Israel.
9 (10) Tú derramaste, oh Dios, una lluvia de larguezas, a tu heredad
extenuada, tú la reanimaste;
10 (11) tu grey halló una morada, aquella que en tu bondad, oh Dios,
al desdichado preparabas.
11 (12) El Señor da la palabra: es el anuncio de un ejército inmenso.
12 (13) Y mientras los reyes, los ejércitos huyen, huyen, la bella de la
casa reparte el botín.
13 (14) Mientras vosotros descansáis entre las tapias del aprisco, las
alas de la Paloma se cubren de plata, y sus plumas de destellos de oro
verde;
14 (15) cuando Sadday dispersa a los reyes, por ella cae la nieve en el
Monte Umbrío.
15 (16) ¡Monte de Dios, el monte de Basán! ¡Monte escarpado, el
monte de Basán! 16 (17) ¿Por que miráis celosos, montes escarpados, al monte que
Dios escogió por mansión? ¡Oh sí, Yahveh morará allí para siempre!
17 (18) Los carros de Dios, por millares de miríadas; el Señor ha
venido del Sinaí al santuario.
18 (19) Tú has subido a la altura, conduciendo cautivos, has recibido
tributo de hombres, hasta los rebeldes para que Yahveh Dios tuviera una
morada.
19 (20) ¡Bendito sea el Señor día tras día! El carga con nosotros, Dios
de nuestra salvación. = Pausa. =
20 (21) Dios libertador es nuestro Dios; del Señor Yahveh son las
salidas de la muerte;
21 (22) mas la cabeza de sus enemigos Dios quebranta, la testa
cabelluda de quien sus crímenes pasea.
22 (23) Dijo el Señor: «De Basán haré volver, haré volver de los
abismos del mar,
23 (24) para que puedas hundir tu pie en la sangre, y en los enemigos
tenga su parte la lengua de tus perros».
24 (25) ¡Se han visto, oh Dios, tus procesiones, las procesiones de mi
Dios, mi rey, al santuario:
25 (26) delante los cantores, los músicos detrás, las doncellas en
medio, tocando el tamboril!
26 (27) A Dios, en coros, bendecían: ¡es Yahveh, desde el origen de
Israel.
27 (28) Allí iba Benjamín, el pequeño, abriendo marcha, los príncipes
de Judá con sus escuadras, los príncipes de Zabulón, los príncipes de
Neftalí.
28 (29) ¡Manda, Dios mío, según tu poder, el poder, oh Dios, que por
nosotros desplegaste,
29 (30) desde tu Templo en lo alto de Jerusalén, donde vienen los
reyes a ofrecerte presentes!
30 (31) Increpa a la bestia del cañaveral, a la manada de toros y
novillos de los pueblos. ¡Que se sometan con lingotes de plata! ¡Dispersa a
los pueblos que fomentan la guerra!
31 (32) Los magnates acudan desde Egipto, tienda hacia Dios sus
manos Etiopía.
32 (33) ¡Cantad a Dios, reinos de la tierra, salmodiad para el Señor,
33 (34) para el que cabalga los cielos, los antiguos cielos: = Pausa. =
ved que lanza él su voz, su voz potente!

34 (35) Reconoced el poderío de Dios. Sobre Israel su exaltación, supoder en las nubes:
35 (36) ¡temible es Dios desde su santuario! El, el Dios de Israel, es quien da poder y fuerza al pueblo. ¡Bendito sea Dios!

Hechos 7

1 El Sumo Sacerdote preguntó: «¿Es así?»

2 El respondió: «Hermanos y padres, escuchad. El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes de que se estableciese en Jarán
3 = y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela y vete a la tierra que yo
te muestre. =
4 Entonces salió de la tierra de los caldeos y se estableció en Jarán. Y
después de morir su padre, Dios le hizo emigrar de allí a esta tierra que
vosotros habitáis ahora.
5 Y no le dio en ella en heredad ni la medida de la planta del pie; sino
que prometió = dársela en posesión a él y a su descendencia después de él,
= aunque no tenía = ningún hijo. =
6 Dios habló así: = Tus descendientes residirán como forasteros en
tierra extraña y les esclavizarán y les maltratarán durante cuatrocientos
años. =
7 = Pero yo juzgaré = – dijo Dios – = a la nación a la que sirvan como
esclavos, y después saldrán y me darán culto en este mismo = lugar.
8 Le dio, además, = la alianza de la circuncisión; = y así, al engendrar
a Isaac, = Abraham le circuncidó el octavo día, = y lo mismo Isaac a Jacob,
y Jacob a los doce patriarcas.
9 «Los patriarcas, = envidiosos de José, le vendieron con destino a
Egipto. = Pero = Dios estaba con él =
10 y le libró de todas sus tribulaciones = y le dio gracia y = sabiduría
ante Faraón, rey de Egipto, = quien le nombró gobernador de Egipto y de
toda su casa. =
11 = Sobrevino entonces en todo Egipto y Canaán hambre y = gran
tribulación; nuestros padres no encontraban víveres.
12 = Pero al oír Jacob que había trigo en Egipto, = envió a nuestros
padres una primera vez;
13 la segunda vez = José se dio a conocer a sus hermanos = y conoció
Faraón el linaje de José.
14 José envió a buscar a su padre Jacob y a toda su parentela que se
componía de = 75 personas. =
15 Jacob bajó a Egipto donde murió él y también nuestros padres;
16 y fueron trasladados a Siquem y depositados en el sepulcro que
había comprado Abraham a precio de plata a los hijos de Jamor, padre de
Siquem.
17 «Conforme se iba acercando el tiempo de la promesa que Dios
había hecho a Abraham, = creció = el pueblo = y se multiplicó = en Egipto,
18 hasta que = se alzó un nuevo rey en Egipto que no = se acordó = de
José. =
19 = Obrando astutamente = contra nuestro linaje, este rey = maltrató
= a nuestros padres hasta obligarles a exponer sus niños, = para que no
vivieran. =
20 En esta coyuntura nació Moisés, = que era hermoso = a los ojos de
Dios. Durante = tres meses = fue criado en la casa de su padre;

21 después fue expuesto y = le recogió la hija de Faraón, = quien le
crió = como hijo suyo. =
22 Moisés fue educado en toda la sabiduría de los egipcios y fue
poderoso en sus palabras y en sus obras.
23 «Cuando cumplió la edad de cuarenta años, se le ocurrió la idea de
visitar = a sus hermanos, los hijos de Israel. =
24 Y al ver que uno de ellos era maltratado, tomó su defensa y vengó
al oprimido = matando al egipcio. =
25 Pensaba él que sus hermanos comprenderían que Dios les daría la
salvación por su mano; pero ellos no lo comprendieron.
26 Al día siguiente se les presentó mientras estaban peleándose y
trataba de ponerles en paz diciendo: “Amigos, que sois hermanos, ¿por qué
os maltratáis uno a otro?”
27 Pero = el que maltrataba a su compañero = le rechazó diciendo: “=
¿Quién te ha nombrado jefe y juez sobre nosotros? =
28 = ¿Es que quieres matarme a mí como mataste ayer al egipcio? =”
29 Al oír esto Moisés huyó y = vivió como forastero en la tierra de
Madián, = donde tuvo dos hijos.
30 «Al cabo de cuarenta años = se le apareció un ángel en el desierto
del monte = Sinaí, = sobre la llama de una zarza = ardiendo.
31 Moisés se maravilló al ver la visión, = y al acercarse a mirarla, se
dejó oír la voz del Señor: =
32 “= Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob. =” Moisés temblaba y = no se atrevía a mirar. =
33 El Señor le dijo: = “Quítate las sandalias de los pies, pues el lugar
donde estás es tierra santa. =
34 = Bien vista tengo la opresión de mi pueblo que está en Egipto y he
oído sus gemidos y he bajado a librarles. Y ahora ven, que te enviaré a
Egipto.” =
35 «A este Moisés, de quien renegaron diciéndole: = ¿quién te ha
nombrado jefe y juez? =, a éste envió Dios como jefe y redentor por mano
del ángel que se le apareció en la zarza.
36 Este les sacó, realizando = prodigios y señales en la tierra de
Egipto, = en el mar Rojo y = en el desierto durante cuarenta años. =
37 Este es el Moisés que dijo a los israelitas: = Dios os suscitará un
profeta como yo de entre vuestros hermanos. =
38 Este es el que, en = la asamblea = del desierto, estuvo con el ángel
que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; el que recibió
palabras de vida para comunicárnoslas;
39 este es aquel a quien no quisieron obedecer nuestros padres, sino
que le rechazaron = para volver = su corazón = hacia Egipto, =
40 = y dijeron a Aarón: “Haznos dioses que vayan delante de
nosotros; porque este Moisés que nos sacó de la tierra de Egipto no
sabemos qué ha sido de él.” =
41 = E hicieron = aquellos días = un becerro y ofrecieron un sacrificio
= al ídolo e hicieron una fiesta a las obras de sus manos.

42 Entonces Dios se apartó de ellos y los entregó al culto del ejército
del cielo, como está escrito en el libro de los Profetas: = ¿Es que me
ofrecisteis víctimas y sacrificios durante cuarenta años en el desierto, casa
de Israel? =
43 = Os llevasteis la tienda de Moloc y la estrella del dios Refán, las
imágenes que hicisteis = para adorarlas; = pues yo os llevaré más allá de =
Babilonia.
44 «Nuestros padres tenían en el desierto la Tienda del Testimonio,
como mandó el que dijo a Moisés que = la hiciera según el modelo = que
había visto.
45 Nuestros padres que les sucedieron la recibieron y la introdujeron
bajo el mando de Josué en el país ocupado por los gentiles, a los que Dios
expulsó delante de nuestros padres, hasta los días de David,
46 que halló gracia ante Dios y pidió = encontrar una Morada para =
la casa = de Jacob. =
47 Pero fue = Salomón = el que = le edificó Casa, =
48 aunque el Altísimo no habita en casas hechas por mano de hombre
como dice el profeta:
49 = El cielo es mi trono y la tierra el escabel de mis pies. Dice el
Señor: ¿Qué Casa me edificaréis? O ¿cuál será el lugar de mi descanso?
50 ¿Es que no ha hecho mi mano todas estas cosas? =
51 «¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! ¡Vosotros
siempre resistís al Espíritu Santo! ¡Como vuestros padres, así vosotros!

52 ¿A qué profeta no persiguieron vuestros padres? Ellos mataron a
los que anunciaban de antemano la venida del Justo, de aquel a quienvosotros ahora habéis traicionado y asesinado;
53 vosotros que recibisteis la Ley por mediación de ángeles y no la
habéis guardado.»

54 Al oír esto, sus corazones se consumían de rabia y rechinaban sus
dientes contra él.
55 Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la
gloria de Dios y a Jesús que estaba en pie a la diestra de Dios;
56 y dijo: «Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre que
está en pie a la diestra de Dios.»
57 Entonces, gritando fuertemente, se taparon sus oídos y se
precipitaron todos a una sobre él;
58 le echaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearle. Los
testigos pusieron sus vestidos a los pies de un joven llamado Saulo.
59 Mientras le apedreaban, Esteban hacía esta invocación: «Señor
Jesús, recibe mi espíritu.»
60 Después dobló las rodillas y dijo con fuerte voz: «Señor, no les
tengas en cuenta este pecado.» Y diciendo esto, se durmió.

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