# 52

Números 5

1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 «Manda a los israelitas que echen del campamento a todo leproso, al
que padece flujo y a todo impuro por contacto de cadáver.
3 Los has de echar, sean hombre o mujer; fuera del campamento los
echarás, para que no contaminen sus campamentos, donde yo habito en
medio de ellos.»
4 Así lo hicieron los israelitas: los echaron fuera del campamento. Los
israelitas lo hicieron tal como había dicho Yahveh a Moisés.
5 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
6 «Habla a los israelitas: Si un hombre o una mujer comete cualquier
pecado en perjuicio de otro, ofendiendo a Yahveh, el tal será reo de delito.
7 Confesará el pecado cometido y restituirá la suma de que es deudor,
más un quinto. Se la devolverá a aquel de quien es deudor.
8 Y si el hombre no tiene pariente a quien se pueda restituir, la suma
que en tal caso se ha de restituir a Yahveh, será para el sacerdote; aparte del
carnero expiatorio con que el sacerdote expiará por él.
9 Y toda ofrenda reservada de lo que los hijos de Israel consagran y
presentan al sacerdote, será para éste.
10 Lo que cada uno consagra, es suyo; pero lo que se presenta al
sacerdote, es para el sacerdote.»
11 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
12 «Habla a los israelitas. Diles: Cualquier hombre cuya mujer se
haya desviado y le haya engañado:

13 ha dormido un hombre con ella con relación carnal a ocultas del
marido; ella se ha manchado en secreto, no hay ningún testigo, no ha sido
sorprendida;
14 si el marido es atacado de celos y recela de su mujer, que
efectivamente se ha manchado; o bien le atacan los celos y se siente celoso
de su mujer, aunque ella no se haya manchado;
15 ese hombre llevará a su mujer ante el sacerdote y presentará por
ella la ofrenda correspondiente: una décima de medida de harina de cebada.
No derramará aceite sobre la ofrenda, ni la pondrá incienso, pues es
«oblación de celos», oblación conmemorativa para recordar una falta.
16 El sacerdote presentará a la mujer y la pondrá delante de Yahveh.
17 Echará luego agua viva en un vaso de barro y, tomando polvo del
pavimento de la Morada, lo esparcirá sobre el agua.
18 Pondrá el sacerdote a la mujer delante de Yahveh, le descubrirá la
cabeza y pondrá en sus manos la oblación conmemorativa, o sea, la
oblación de los celos. El sacerdote tendrá en sus manos las aguas de
maldición y funestas.
19 Entonces, el sacerdote conjurará a la mujer y le dirá: “Si no ha
dormido un hombre contigo, si no te has desviado ni manchado desde que
estás bajo la potestad de tu marido, sé inmune a estas aguas amargas y
funestas.
20 Pero si, estando bajo la potestad de tu marido, te has desviado y te
has manchado, durmiendo con un hombre distinto de tu marido…”
21 El sacerdote entonces proferirá sobre la mujer este juramento, y
dirá el sacerdote a la mujer: “… Que Yahveh te ponga como maldición y
execración en medio de tu pueblo, que haga languidecer tus caderas e infle
tu vientre.
22 Que entren estas aguas de maldición en tus entrañas, para que
inflen tu vientre y hagan languidecer tus caderas.” Y la mujer responderá:
“¡Amén, amén!”
23 Después el sacerdote escribirá en una hoja estas imprecaciones y
las borrará con las aguas amargas.
24 Hará beber a la mujer las aguas de maldición y funestas, y las
aguas funestas entrarán en ella para hacérsele amargas.
25 El sacerdote tomará entonces de la mano de la mujer la oblación de
los celos, mecerá la oblación delante de Yahveh y la presentará en el altar.
26 El sacerdote tomará de la oblación un puñado, el memorial, y lo
quemará sobre el altar, y le hará beber a la mujer las aguas.
27 Cuando le haga beber de las aguas, si la mujer está manchada y de
hecho ha engañado a su marido, cuando entren en ella las aguas funestas le
serán amargas: se inflará su vientre, languidecerán sus caderas y será mujer
de maldición en medio de su pueblo.
28 Pero si la mujer no se ha manchado, sino que es pura, estará exenta
de toda culpa y tendrá hijos.
29 Este es el rito de los celos, para cuando una mujer, después de estar
bajo la potestad de su marido, se haya desviado y manchado;

30 o para cuando un hombre, atacado de celos, recele de su mujer:
entonces pondrá a su mujer en presencia de Yahveh y el sacerdote realizará
con ella todo este rito.
31 El marido estará exento de culpa, y la mujer cargará con la suya.»

Números 6


1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 Diles esto a los israelitas: «Si un hombre o mujer se decide a hacer
voto de nazir, consagrándose a Yahveh,
3 se abstendrá de vino y de bebidas embriagantes. No beberá vinagre
de vino ni de bebida embriagante; tampoco beberá ningún zumo de uvas, ni
comerá uvas, frescas o pasas.
4 En todo el tiempo de su nazireato no tomará nada de lo que se
obtiene de la vid, desde el agraz hasta el orujo.
5 En todos los días de su voto de nazireato no pasará navaja por su
cabeza: hasta cumplirse los días por los que se consagró a Yahveh, será
sagrado y se dejará crecer la cabellera.
6 No se acercará, en todos los días de su nazireato en honor de
Yahveh, a ningún cadáver.
7 Ni por su padre, ni por su madre, ni por su hermano, ni por su
hermana se manchará, en el caso de que murieran, pues lleva sobre su
cabeza el nazireato de su Dios.
8 Todos los días de su nazireato es un consagrado a Yahveh.
9 Si alguien muere de repente junto a él y mancha así su cabellera de
nazir, se rapará la cabeza el día de su purificación, se la rapará el día
séptimo.
10 El día octavo llevará un par de tórtolas o un par de pichones al
sacerdote, a la entrada de la Tienda del Encuentro.
11 El sacerdote ofrecerá uno en sacrificio por el pecado y el otro en
holocausto; y expiará por aquel hombre la falta contraída a causa del
muerto. Aquel día consagrará su cabeza:
12 se consagrará a Yahveh por todo el tiempo de su nazireato y
ofrecerá un cordero de un año como sacrificio de reparación. Los días
anteriores son nulos, por haberse manchado su cabellera.
13 Este es el rito del nazir, para cuando se cumplan los días de su
nazireato. Llevado hasta la entrada de la Tienda del Encuentro,
14 presentará su ofrenda a Yahveh: un cordero de un año, sin defecto,
en holocausto; una cordera de un año, sin defecto, en sacrificio por el
pecado; un carnero sin defecto como sacrificio de comunión;
15 un canastillo de panes ázimos de flor de harina amasada con aceite
y tortas sin levadura untadas en aceite, con sus correspondientes oblaciones
y libaciones.
16 El sacerdote lo presentará delante de Yahveh y ofrecerá el
sacrificio por el pecado y el holocausto del nazir.17 Hará con el carnero un sacrificio de comunión a Yahveh, junto con
el canastillo de ázimos, ofrecerá luego el sacerdote la correspondiente
oblación y libación.
18 Entonces el nazir se rapará su cabellera de nazir, a la entrada de la
Tienda del Encuentro; tomara la cabellera de su nazireato y la echará al
fuego que arde debajo del sacrificio de comunión.
19 El sacerdote tomará un brazuelo, ya cocido, del carnero, un pan
ázimo del canastillo y una torta sin levadura, y lo pondrá todo en manos del
nazir, una vez que se haya rapado su cabellera de nazir.
20 El sacerdote presentará todo ello como ofrenda mecida delante de
Yahveh. Es cosa santa, pertenece al sacerdote, además del pecho mecido y
de la pierna reservada. Luego el nazir beberá vino.
21 Ese es el rito del nazir que, además de su nazireato, ha prometido
una ofrenda a Yahveh (aparte de lo que sus posibilidades le permitan): a
tenor del voto que prometió lo cumplirá además de lo prescrito para su
nazireato.»
22 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
23 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: «Así habéis de bendecir a los
israelitas. Les diréis:
24 Yahveh te bendiga y te guarde;
25 ilumine Yahveh su rostro sobre ti y te sea propicio;
26 Yahveh te muestre su rostro y te conceda la paz.»
27 Que invoquen así mi nombre sobre los israelitas y yo los
bendeciré.»

Números 7

1 El día en que Moisés acabó de montar la Morada, la ungió y la
consagró con todo su mobiliario, así como el altar con todos sus utensilios.
Cuando lo hubo ungido y consagrado,
2 los principales de Israel, jefes de familias, y principales de las tribus,
que habían presidido el censo, hicieron una ofrenda.
3 Pusieron su ofrenda delante de Yahveh: seis carretas cubiertas y
doce bueyes: una carreta por cada dos principales y un buey por cada uno.
Lo presentaron delante de la Morada.
4 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
5 «Tómaselos y que presten servicio en la Tienda del Encuentro.
Dáselos a los levitas, a cada uno según su servicio.»
6 Moisés recibió las carretas y los bueyes y se los dio a los levitas:
7 dos carretas y cuatro bueyes dio a los hijos de Guersón, según sus
servicios;
8 cuatro carretas y ocho bueyes a los hijos de Merarí, según los
servicios que desempeñaban a las órdenes de Itamar, hijo del sacerdote
Aarón.
9 Pero a los hijos de Quehat no les dio, porque su carga sagrada la
tenían que llevar al hombro.10 Los principales hicieron la ofrenda de la dedicación del altar, el día en que fue ungido. Hicieron los principales su ofrenda delante del altar.
11 Y dijo Yahveh a Moisés: «Que ofrezca un principal cada día su
ofrenda por la dedicación del altar.»
12 El que ofreció su ofrenda el primer día fue Najsón, hijo de
Aminadab, de la tribu de Judá.
13 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso,
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
14 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
15 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
16 un chivo para el sacrificio por el pecado;
17 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Najson,
hijo de Aminadab.
18 El segundo día ofreció su ofrenda Natanael, hijo de Suar, principal
de Isacar.
19 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso,
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
20 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
21 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
22 un chivo para el sacrificio por el pecado;
23 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Natanael,
hijo de Suar.
24 El tercer día, el principal de los hijos de Zabulón, Eliab, hijo de
Jelón.
25 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso,
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
26 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
27 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
28 un chivo para el sacrificio por el pecado;
29 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Eliab,
hijo de Jelón.
30 El día cuarto, el principal de los hijos de Rubén, Elisur, hijo de
Sedeur.
31 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso;
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
32 una naveta de diez siclos de oro llena de incienso;
33 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
34 un chivo para el sacrificio por el pecado;35 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos, cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Elisur, hijo
de Sedeur.
36 El día quinto, el principal de los hijos de Simeón, Selumiel, hijo de
Surisadday.
37 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso,
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
38 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
39 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
40 un chivo para el sacrificio por el pecado;
41 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Selumiel,
hijo de Surisadday.
42 El día sexto, el principal de los hijos de Gad, Elyasaf, hijo de
Reuel.
43 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos; un acetre
de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de
harina amasada con aceite, para la oblación;
44 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
45 un novillo, un carnero y un cordero de un año, para el holocausto;
46 un chivo para el sacrificio por el pecado;
47 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Elyasaf,
hijo de Reuel.
48 El día séptimo, el principal de los hijos de Efraím, Elisamá, hijo de
Ammihud.
49 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso,
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
50 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
51 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
52 un chivo, para el sacrificio por el pecado;
53 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Elisamá,
hijo de Ammihud.
54 El día octavo, el principal de los hijos de Manasés, Gamaliel, hijo
de Pedahsur.
55 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso,
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
56 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
57 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
58 un chivo para el sacrificio por el pecado;59 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Gamaliel,
hijo de Pedahsur.
60 El día nono, el principal de los hijos de Benjamín, Abidán, hijo de
Guideoní.
61 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso,
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
62 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
63 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
64 un chivo para el sacrificio por el pecado;
65 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Abidán,
hijo de Guideoní.
66 El día décimo, el principal de los hijos de Dan, Ajiézer, hijo de
Ammisadday.
67 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso,
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
68 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
69 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
70 un chivo para el sacrificio por el pecado;
71 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Ajiézer,
hijo de Ammisadday.
72 El día undécimo, el principal de los hijos de Aser, Paguiel, hijo de
Okrán.
73 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso,
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
74 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
75 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
76 un chivo para el sacrificio por el pecado;
77 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Paguiel,
hijo de Okrán.
78 El día duodécimo, el principal de los hijos de Neftalí, Ajirá, hijo de
Enán.
79 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso,
un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de
flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
80 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
81 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
82 un chivo para el sacrificio por el pecado;83 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco
machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Ajirá, hijo
de Enán.
84 Esta fue la ofrenda de los principales de Israel en la dedicación del
altar, el día en que fue ungido: doce fuentes de plata, doce acetres de plata y
doce navetas de oro.
85 Cada fuente era de 130 siclos, y cada acetre de setenta. Los siclos
de plata de estos objetos eran en total 2.400, en siclos del santuario.
86 Las navetas de oro eran doce, llenas de incienso. Cada naveta era
de diez siclos, en siclos del santuario. Los siclos de oro de las navetas eran
en total 120.
87 El total del ganado para el holocausto, doce novillos, doce
carneros, doce corderos de un año, con sus oblaciones correspondientes;
para el sacrificio por el pecado, doce chivos.
88 El total del ganado para los sacrificios de comunión: veinticuatro
novillos, sesenta carneros, sesenta machos cabríos y sesenta corderos de un
año. Esas fueron las ofrendas de la dedicación del altar, una vez que fue
ungido.


89 Cuando Moisés entraba en la Tienda del Encuentro para hablar con El, oía la voz que le hablaba de lo alto del propiciatorio que está sobre el arca del Testimonio, de entre los dos querubines. Entonces hablaba con El.

Salmo 72 (71)

(1) = De Salomón. =
1 Oh Dios, da al rey tu juicio, al hijo de rey tu justicia: 2 que con justicia gobierne a tu pueblo, con equidad a tus humildes.
3 Traigan los montes paz al pueblo, y justicia los collados.
4 El hará justicia a los humildes del pueblo, salvará a los hijos de los
pobres, y aplastará al opresor.
5 Durará tanto como el sol, como la luna de edad en edad;
6 caerá como la lluvia en el retoño, como el rocío que humedece la
tierra.
7 En sus días florecerá la justicia, y dilatada paz hasta que no haya
luna;
8 dominará de mar a mar, desde el Río hasta los confines de la tierra.
9 Ante él se doblará la Bestia, sus enemigos morderán el polvo;
10 los reyes de Tarsis y las islas traerán tributo. Los reyes de Sabá y
de Seba pagarán impuestos;
11 todos los reyes se postrarán ante él, le servirán todas las naciones.
12 Porque él librará al pobre suplicante, al desdichado y al que nadie
ampara;
13 se apiadará del débil y del pobre, el alma de los pobres salvará.
14 De la opresión, de la violencia, rescatará su alma, su sangre será
preciosa ante sus ojos;
15 (y mientras viva se le dará el oro de Sabá). Sin cesar se rogará por
él, todo el día se le bendecirá.
16 Habrá en la tierra abundancia de trigo, en la cima de los montes
ondeará como el Líbano al despertar sus frutos y sus flores, como la hierba
de la tierra.
17 ¡Sea su nombre bendito para siempre, que dure tanto como el sol!
¡En él se bendigan todas las familias de la tierra, dichoso le llamen todas las
naciones!
18 ¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, el único que hace maravillas!
19 ¡Bendito sea su nombre glorioso para siempre, toda la tierra se
llene de su gloria! ¡Amén! ¡Amén!
20 Fin de las oraciones de David, hijo de Jesé.

Salmo 73 (72)

(1) = Salmo. De Asaf. =
1 En verdad bueno es Dios para Israel, el Señor para los de puro
corazón.
2 Por poco mis pies se me extravían, nada faltó para que mis pasos
resbalaran,
3 celoso como estaba de los arrogantes, al ver la paz de los impíos.
4 No, no hay congojas para ellos, sano y rollizo está su cuerpo;
5 no comparten la pena de los hombres, con los humanos no son
atribulados.
6 Por eso el orgullo es su collar, la violencia el vestido que los cubre;
7 la malicia les cunde de la grasa, de artimañas su corazón desborda.8 Se sonríen, pregonan la maldad, hablan altivamente de violencia;
9 ponen en el cielo su boca, y su lengua se pasea por la tierra.
10 Por eso mi pueblo va hacia ellos: aguas de abundancia les llegan.
11 Dicen: «¿Cómo va a saber Dios? ¿Hay conocimiento en el
Altísimo?»
12 Miradlos: ésos son los impíos, y, siempre tranquilos, aumentan su
riqueza.
13 ¡Así que en vano guardé el corazón puro, mis manos lavando en la
inocencia,
14 cuando era golpeado todo el día, y cada mañana sufría mi castigo!
15 Si hubiera dicho: «Voy a hablar como ellos», habría traicionado a
la raza de tus hijos;
16 me puse, pues, a pensar para entenderlo, ¡ardua tarea ante mis ojos!
17 Hasta el día en que entré en los divinos santuarios, donde su
destino comprendí:
18 oh, sí, tú en precipicios los colocas, a la ruina los empujas.
19 ¡Ah, qué pronto quedan hechos un horror, cómo desaparecen
sumidos en pavores!
20 Como en un sueño al despertar, Señor, así, cuando te alzas,
desprecias tú su imagen.
21 Sí, cuando mi corazón se exacerbaba, cuando se torturaba mi
conciencia,
22 estúpido de mí, no comprendía, una bestia era ante ti.
23 Pero a mí, que estoy siempre contigo, de la mano derecha me has
tomado;
24 me guiarás con tu consejo, y tras la gloria me llevarás.
25 ¿Quién hay para mí en el cielo? Estando contigo no hallo gusto ya
en la tierra.
26 Mi carne y mi corazón se consumen: ¡Roca de mi corazón, mi
porción, Dios por siempre!
27 Sí, los que se alejan de ti perecerán, tú aniquilas a todos los que te
son adúlteros.
28 Mas para mí, mi bien es estar junto a Dios; he puesto mi cobijo en
el Señor, a fin de publicar todas tus obras.

Hechos 9

23 Al cabo de bastante tiempo los judíos tomaron la decisión de
matarle.
24 Pero Saulo tuvo conocimiento de su determinación. Hasta las
puertas estaban guardadas día y noche para poderle matar.
25 Pero los discípulos le tomaron y le descolgaron de noche por la
muralla dentro de una espuerta.
26 Llegó a Jerusalén e intentaba juntarse con los discípulos; pero
todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo.27 Entonces Bernabé le tomó y le presentó a los apóstoles y les contó
cómo había visto al Señor en el camino y que le había hablado y cómo
había predicado con valentía en Damasco en el nombre de Jesús.
28 Andaba con ellos por Jerusalén, predicando valientemente en el
nombre del Señor.
29 Hablaba también y discutía con los helenistas; pero éstos
intentaban matarle.
30 Los hermanos, al saberlo, le llevaron a Cesarea y le hicieron
marchar a Tarso.
31 Las Iglesias por entonces gozaban de paz en toda Judea, Galilea y
Samaria; se edificaban y progresaban en el temor del Señor y estaban
llenas de la consolación del Espíritu Santo.
32 Pedro, que andaba recorriendo todos los lugares, bajó también a
visitar a los santos que habitaban en Lida.
33 Encontró allí a un hombre llamado Eneas, tendido en una camilla
desde hacía ocho años, pues estaba paralítico.
34 Pedro le dijo: «Eneas, Jesucristo te cura; levántate y arregla tu
lecho.» Y al instante se levantó.
35 Todos los habitantes de Lida y Sarón le vieron, y se convirtieron al
Señor.
36 Había en Joppe una discípula llamada Tabitá, que quiere decir
Dorcás. Era rica en buenas obras y en limosnas que hacía.
37 Por aquellos días enfermó y murió. La lavaron y la pusieron en la
estancia superior.
38 Lida está cerca de Joppe, y los discípulos, al enterarse que Pedro
estaba allí, enviaron dos hombres con este ruego: «No tardes en venir a
nosotros.»
39 Pedro partió inmediatamente con ellos. Así que llegó le hicieron
subir a la estancia superior y se le presentaron todas las viudas llorando y
mostrando las túnicas y los mantos que Dorcás hacía mientras estuvo con
ellas.
40 Pedro hizo salir a todos, se puso de rodillas y oró; después se
volvió al cadáver y dijo: «Tabitá, levántate.» Ella abrió sus ojos y al ver a
Pedro se incorporó.
41 Pedro le dio la mano y la levantó. Llamó a los santos y a las viudas
y se la presentó viva.
42 Esto se supo por todo Joppe y muchos creyeron en el Señor.
43 Pedro permaneció en Joppe bastante tiempo en casa de un tal
Simón, curtidor.

Hechos 10

1 Había en Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la
cohorte Itálica,
2 piadoso y temeroso de Dios, como toda su familia, daba muchas
limosnas al pueblo y continuamente oraba a Dios.3 Vio claramente en visión, hacia la hora nona del día, que el Ángel de
Dios entraba en su casa y le decía: «Cornelio.»
4 El le miró fijamente y lleno de espanto dijo: «¿Qué pasa, señor?» Le
respondió: «Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante
la presencia de Dios.
5 Ahora envía hombres a Joppe y haz venir a un tal Simón, a quien
llaman Pedro.
6 Este se hospeda en casa de un tal Simón, curtidor, que tiene la casa
junto al mar.»
7 Apenas se fue el ángel que le hablaba, llamó a dos criados y a un
soldado piadoso, de entre sus asistentes,
8 les contó todo y los envió a Joppe.
9 Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la
ciudad, subió Pedro al terrado, sobre la hora sexta, para hacer oración.
10 Sintió hambre y quiso comer. Mientras se lo preparaban le
sobrevino un éxtasis,
11 y vio los cielos abiertos y que bajaba hacia la tierra una cosa así
como un gran lienzo, atado por las cuatro puntas.
12 Dentro de él había toda suerte de cuadrúpedos, reptiles de la tierra
y aves del cielo.
13 Y una voz le dijo: «Levántate, Pedro, sacrifica y come.»
14 Pedro contestó: «De ninguna manera, Señor; jamás he comido nada
profano e impuro.»
15 La voz le dijo por segunda vez: «Lo que Dios ha purificado no lo
llames tú profano.»
16 Esto se repitió tres veces, e inmediatamente la cosa aquella fue
elevada hacia el cielo.
17 Estaba Pedro perplejo pensando qué podría significar la visión que
había visto, cuando los hombres enviados por Cornelio, después de
preguntar por la casa de Simón, se presentaron en la puerta;
18 llamaron y preguntaron si se hospedaba allí Simón, llamado Pedro.
19 Estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: «Ahí
tienes unos hombres que te buscan.
20 Baja, pues, al momento y vete con ellos sin vacilar, pues yo los he
enviado.»
21 Pedro bajó donde ellos y les dijo: «Yo soy el que buscáis; ¿por qué
motivo habéis venido?»
22 Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y
temeroso de Dios, reconocido como tal por el testimonio de toda la nación
judía, ha recibido de un ángel santo el aviso de hacerte venir a su casa y de
escuchar lo que tú digas.»
23 Entonces les invitó a entrar y les dio hospedaje. Al día siguiente se
levantó y se fue con ellos; le acompañaron algunos hermanos de Joppe.

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