Números 28
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 «Manda a los israelitas en estos términos: Tendréis cuidado de traer
a su tiempo mi ofrenda, mi alimento, manjares míos abrasados de calmante
aroma.
3 Les dirás: Este será el manjar abrasado que ofreceréis a Yahveh:
«Corderos de un año, sin defecto, dos al día, como holocausto perpetuo.4 Uno de los corderos lo ofrecerás en holocausto por la mañana, y el
otro cordero entre dos luces;
5 y como oblación, una décima de medida de flor de harina, amasada
con un cuarto de sextario de aceite virgen.
6 Es el holocausto perpetuo ofrecido antaño en el monte Sinaí como
calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh.
7 Y la libación correspondiente: un cuarto de sextario por cada
cordero. La libación de bebida fermentada para Yahveh la derramarás en el
santuario.
8 El segundo cordero lo ofrecerás entre dos luces: lo ofrecerás con la
misma oblación y libación que el de la mañana, como manjar abrasado de
calmante aroma para Yahveh.
9 «El día de sábado, dos corderos de un año, sin tacha, y como
oblación dos décimas de flor de harina amasada con aceite, y su
correspondiente libación.
10 El holocausto del sábado, con su libación, se añadirá los sábados al
holocausto perpetuo.
11 Los primeros de mes ofreceréis un holocausto a Yahveh: dos
novillos, un carnero y siete corderos de un año, sin tacha.
12 Como oblación tres décimas de flor de harina amasada con aceite
por cada novillo; dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como
oblación por el carnero;
13 una décima de flor de harina amasada con aceite, por cada cordero.
Es un holocausto de calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh.
14 Las libaciones correspondientes serán: medio sextario de vino por
novillo, un tercio de sextario por carnero y un cuarto de sextario por
cordero. Este será el holocausto mensual, todos los meses del año uno tras
otro.
15 Ofrecerás también a Yahveh, como sacrificio por el pecado, un
macho cabrío con su libación, además del holocausto perpetuo.
16 «El mes primero, el día catorce del mes, es la Pascua de Yahveh,
17 y el día quince del mismo mes es día de fiesta. Durante siete días
comeréis panes ázimos.
18 El día primero habrá reunión sagrada. No haréis ningún trabajo
servil.
19 Ofreceréis como manjar abrasado en holocausto a Yahveh: dos
novillos, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha.
20 La oblación correspondiente de flor de harina amasada con aceite
será de tres décimas por novillo, dos décimas por el carnero,
21 y una décima por cada uno de los siete corderos;
22 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado, para expiar por
vosotros.
23 Esto, además del holocausto de la mañana, que ofreceréis como
holocausto perpetuo.24 Así haréis los siete días. Es un alimento, un manjar abrasado de
calmante aroma para Yahveh: se ofrece además del holocausto perpetuo y
de su libación.
25 El día séptimo tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo
servil.
26 «El día de las primicias, cuando ofrezcáis a Yahveh oblación de
frutos nuevos en vuestra fiesta de las Semanas, tendréis reunión sagrada; no
haréis ningún trabajo servil.
27 Ofreceréis en holocausto, como calmante aroma para Yahveh, dos
novillos, un carnero y siete corderos de un año.
28 La oblación correspondiente será de flor de harina amasada con
aceite: tres décimas por novillo, dos décimas por el carnero,
29 y una décima por cada uno de los siete corderos;
30 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado para hacer
expiación por vosotros.
31 Haréis esto además del holocausto perpetuo, con su oblación y su
libaciones.
Números 29
1 «El mes séptimo, el primero de mes, tendréis reunión sagrada; no
haréis ningún trabajo servil. Será para vosotros el día de los Clamores.
2 Ofreceréis un holocausto como calmante aroma para Yahveh: un
novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha.
3 La oblación correspondiente de flor de harina amasada con aceite,
será de tres décimas por el novillo, dos décimas por el carnero
4 y una décima por cada uno de los siete corderos;
5 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado, para hacer la
expiación por vosotros.
6 Esto, además del holocausto mensual y de su oblación, del
holocausto perpetuo y de su oblación y sus libaciones, según la norma
correspondiente, como calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh.
7 «El día décimo del mismo mes séptimo tendréis reunión sagrada;
ayunaréis y no haréis ningún trabajo.
8 Ofreceréis en holocausto a Yahveh, como calmante aroma, un
novillo, un carnero, siete corderos de un año, que habrán de ser sin defecto;
9 su oblación de flor de harina amasada con aceite, será: tres décimas
por el novillo, dos décimas por el carnero,
10 una décima por cada uno de los siete corderos;
11 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado de la fiesta de la
Expiación, del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones.
12 «El día quince del mes séptimo tendréis reunión sagrada; no haréis
ningún trabajo servil y celebraréis fiesta en honor de Yahveh durante siete
días.
13 Ofreceréis en holocausto un manjar abrasado de calmante aroma
para Yahveh: trece novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, que
serán sin defecto;14 la oblación correspondiente será de flor de harina amasada con
aceite, tres décimas por cada uno de los trece novillos, dos décimas por
cada uno de los dos carneros,
15 y una décima por cada uno de los catorce corderos;
16 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del
holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
17 El día segundo, doce novillos, dos carneros, catorce corderos de un
año, sin tacha,
18 con las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos,
carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
19 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del
holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones.
20 El día tercero: once novillos, dos carneros, catorce corderos de un
año, sin tacha,
21 con las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos,
carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
22 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del
holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
23 El día cuarto: diez novillos, dos carneros, catorce corderos de un
año, sin tacha;
24 las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos,
carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
25 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del
holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
26 El día quinto: nueve novillos, dos carneros, catorce corderos de un
año, sin tacha;
27 las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos,
carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
28 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del
holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
29 El día sexto: ocho novillos, dos carneros, catorce corderos de un
año, sin tacha;
30 las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos,
carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
31 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del
holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
32 El día séptimo: siete novillos, dos carneros, catorce corderos de un
año, sin tacha;
33 las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos,
carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
34 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del
holocausto perpetuo y de su oblación y su libación.
35 El día octavo será para vosotros de reunión solemne; no haréis
ningún trabajo servil.36 Ofreceréis un holocausto, como manjar abrasado de calmante
aroma para Yahveh: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin
tacha;
37 la oblación y libaciones correspondientes al novillo, al carnero y a
los corderos, conforme a su número y según la norma;
38 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del
holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
39 Estos son los sacrificios que ofreceréis a Yahveh en vuestras
solemnidades, aparte de vuestras ofrendas votivas y espontáneas,
holocaustos, oblaciones, libaciones y sacrificios de comunión.»
Números 30
1 Moisés habló a los israelitas conforme en todo a lo que le había
ordenado Yahveh.
2 Habló Moisés a los jefes de tribu de los israelitas y les dijo: «Esto es
lo que ha ordenado Yahveh:
3 Si un hombre hace un voto a Yahveh, o se compromete a algo con
juramento, no violará su palabra: cumplirá todo lo que ha salido de su boca.
4 Y si una mujer hace un voto a Yahveh, o adquiere un compromiso,
en su juventud, cuando está en casa de su padre,
5 si su padre se entera de su voto o del compromiso que ha contraído,
y no le dice nada su padre, serán firmes todos sus votos, y todos los
compromisos que ha contraído serán firmes.
6 Pero si su padre, el mismo día en que se entera de cualquiera de sus
votos o de los compromisos que ha contraído, lo desaprueba, no serán
firmes. Yahveh no se lo tendrá en cuenta, pues su padre lo ha desaprobado.
7 Y si se casa cuando todavía está ligada por sus votos o por un
compromiso que inconsideradamente contrajeron sus labios,
8 si su marido se entera, y el mismo día en que se entera no lo
desaprueba, serán firmes sus votos, y los compromisos que adquirió serán
válidos.
9 Pero si el día en que se entera su marido, lo desaprueba, anula el
voto que la obligaba y el compromiso que inconsideradamente contrajeron
sus labios. Yahveh no se lo tendrá en cuenta.
10 El voto de una mujer viuda o repudiada, y todos los compromisos
contraídos por ella, serán firmes.
11 Si una mujer ha hecho votos en casa de su marido, o se ha
comprometido con juramento,
12 y se entera su marido y no le dice nada, no lo desaprueba, serán
firmes todos sus votos, y todo compromiso que haya adquirido será firme.
13 Pero si su marido se los anula el mismo día en que se entera, no
será firme nada de lo que ha salido de sus labios, sea voto o compromiso.
Yahveh no se lo tendrá en cuenta, porque su marido se los anuló.
14 Cualquier voto o compromiso jurado que grava a la mujer, puede
ratificarlo o anularlo el marido.15 Si no le dice nada su marido para el día siguiente, es que confirma
cualquier voto o compromiso que tenga; los confirma por no haberle dicho
nada el día que se enteró.
16 Pero si los anula más tarde, cargará él con la falta de ella.»
17 Estos son los preceptos que Yahveh dio a Moisés acerca de las
relaciones entre marido y mujer, y entre el padre y la hija que, durante su
juventud, vive todavía en casa de su padre.
Números 31
1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
2 «Haz que los israelitas tomen venganza de los madianitas. Luego
irás a reunirte con tu parentela.»
3 Moisés habló al pueblo y le dijo: «Que se armen algunos de vosotros
para la guerra de Yahveh contra Madián, para tomar de Madián la
venganza de Yahveh.
4 Pondréis sobre las armas mil de cada tribu, de todas las tribus de
Israel.»
5 Los millares de Israel suministraron, a razón de mil por cada tribu,
12.000 hombres armados para la guerra.
6 Moisés envió al combate mil por cada tribu, y con ellos a Pinjás,
hijo del sacerdote Eleazar, que llevaba en su mano los objetos sagrados y
las trompetas del clamoreo.
7 Atacaron a Madián como había mandado Yahveh a Moisés y
mataron a todos los varones.
8 Mataron también a los reyes de Madián: Eví, Réquem, Sur, Jur y
Rebá, cinco reyes madianitas; y a Balaam, hijo de Beor, lo mataron a filo de
espada.
9 Los israelitas hicieron cautivas a las mujeres de Madián y a sus
niños y saquearon su ganado, sus rebaños, y todos sus bienes.
10 Dieron fuego a todas las ciudades en que habitaban y a todos sus
campamentos.
11 Reunieron todo el botín que habían capturado, hombres y bestias,
12 y llevaron los cautivos, la presa y el botín ante Moisés, ante el
sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad de los israelitas, al
campamento, en las Estepas de Moab, que están cerca del Jordán, a la altura
de Jericó.
13 Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los principales de la
comunidad salieron a su encuentro hasta fuera del campamento.
14 Moisés se encolerizó contra los jefes de las tropas, jefes de millar y
jefes de cien, que volvían de la expedición guerrera.
15 Les dijo Moisés: «¿Pero habéis dejado con vida a todas las
mujeres?
16 Precisamente ellas fueron las que indujeron a prevaricar contra
Yahveh a los israelitas, siguiendo el consejo de Balaam, cuando lo de Peor;
por eso azotó la plaga a la comunidad de Yahveh.17 Matad, pues, a todos los niños varones. Y a toda mujer que haya
conocido varón, que haya dormido con varón, matadla también.
18 Pero dejad con vida para vosotros a todas las muchachas que no
hayan dormido con varón.
19 Y vosotros, todos los que hayáis matado a alguno y todos los que
hayáis tocado a algún muerto, acampad fuera del campamento siete días.
Purificaos vosotros y vuestros cautivos, el día tercero y el día séptimo.
20 Purificad también todos los vestidos, todos los objetos de cuero,
todo tejido de pelo de cabra y todo objeto de madera.»
21 Dijo el sacerdote Eleazar a los hombres de la tropa que habían ido
a la guerra: «Este es el precepto de la Ley que ordenó Yahveh a Moisés.
22 El oro, la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo,
23 todo lo que puede pasar por el fuego, lo pasaréis por el fuego y
quedará puro. Pero será purificado con las aguas lustrales. Pero todo lo que
no pueda pasar por el fuego lo pasaréis por las aguas.»
24 Lavaréis vuestros vestidos el día séptimo y quedaréis puros. Luego
podréis entrar en el campamento.
25 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
26 «Sacad la cuenta, tú, el sacerdote Eleazar y los principales de las
familias de la comunidad, del botín y de los cautivos, hombres y bestias.
27 Luego repartirás el botín, la mitad para los combatientes que fueron
a la guerra y la otra mitad para toda la comunidad.
28 Reservarás para Yahveh, de la parte de los combatientes que fueron
a la guerra, uno por cada quinientos, sean hombres, bueyes, asnos u ovejas.
29 Lo tomarás de la mitad que les corresponde y se lo darás al
sacerdote Eleazar, como reserva para Yahveh.
30 Y de la mitad de los israelitas, uno por cada cincuenta, sean
hombres, bueyes, asnos u ovejas, cualquier clase de bestias, y se lo darás a
los levitas, que están encargados del ministerio de la Morada de Yahveh.
31 Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron como había mandado
Yahveh a Moisés.
32 Fue el botín, el remanente de lo que la gente de guerra había
saqueado: 675.000 cabezas de ganado lanar,
33 72.000 de vacuno
34 y 61.000 de ganado asnal.
35 En cuanto a las personas, las mujeres que no habían dormido con
varón eran, en total, 32.000.
36 La mitad correspondiente a los que fueron al combate: 337.500
cabezas de ganado lanar,
37 siendo la parte de Yahveh de ganado lanar, 675 cabezas;
38 36.000 de vacuno, siendo la parte de Yahveh 72,
39 30.500 de asnal, siendo la parte de Yahveh 61.
40 Las personas eran 16.000, correspondiendo a Yahveh, 32.
41 Moisés dio al sacerdote Eleazar la reserva de Yahveh, como había
ordenado Yahveh a Moisés.42 La mitad perteneciente a los israelitas, que había separado Moisés
de la de los combatientes,
43 esta mitad correspondiente a la comunidad era de 337.500 cabezas
de ganado lanar;
44 36.000 de vacuno;
45 30.500 de asnal,
46 y 16.000 personas.
47 Tomó Moisés de la mitad de los israelitas, a razón de uno por
cincuenta, hombres y bestias, y se los dio a los levitas, que se encargan del
ministerio de la Morada de Yahveh, como había ordenado Yahveh a
Moisés.
48 Se presentaron ante Moisés los jefes de las tropas de Israel que
habían ido a la guerra, jefes de millar y jefes de cien,
49 y dijeron a Moisés: «Tus siervos han sacado la cuenta de los
combatientes que tenían a sus órdenes, y no falta ni uno.
50 Por eso traemos de ofrenda a Yahveh lo que cada uno de nosotros
ha encontrado en objetos de oro, brazaletes, ajorcas, anillos, arracadas y
collares, para hacer expiación por nosotros delante de Yahveh.»
51 Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos el oro y las joyas.
52 El total del oro de la reserva que reservaron para Yahveh, de parte
de los jefes de millar y de cien, fue 16.750 siclos.
53 Los combatientes habían tomado cada uno su botín.
54 Pero Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los jefes de
millar y de cien y lo llevaron a la Tienda del Encuentro, para que sirviera
ante Yahveh de memorial en favor de los israelitas.
Números 32
1 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchos rebaños, muy
grandes. Vieron que el país de Yazer y el país de Galaad eran tierra propia
para el pastoreo,
2 y los hijos de Gad y los hijos de Rubén fueron y dijeron a Moisés, al
sacerdote Eleazar y a los principales de la comunidad:
3 «Atarot, Dibón, Yazer, Nimrá, Jesbón, Elalé, Sebam, Nebo, y Meón,
4 el país que Yahveh conquistó delante de la comunidad de Israel es
tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado.»
5 Y añadieron: «Si hemos hallado gracia a tus ojos, que se nos dé esta
tierra a tus siervos en propiedad; no nos hagas pasar el Jordán.»
6 Respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: «¿Es
que vuestros hermanos van a ir al combate y vosotros os vais a quedar aquí?
7 ¿Por qué os oponéis a que los israelitas pasen a la tierra que les ha
dado Yahveh?
8 Así hicieron ya vuestros padres, cuando los mandé de Cadés Barnea
a ver la tierra:
9 subieron al valle de Eskol, vieron la tierra e impidieron que los
israelitas entrasen en la tierra que les había dado Yahveh.10 Por eso se encendió la ira de Yahveh aquel día y juró diciendo:
11 “Nunca verán los hombres que salieron de Egipto, de veinte años
para arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a
Jacob…, porque no me han sido fieles,
12 excepto Caleb, hijo de Yefunné el quenizeo, y Josué, hijo de Nun,
que fueron fieles a Yahveh.”
13 Se encendió la ira de Yahveh contra Israel y los hizo andar errantes
por el desierto durante cuarenta años, hasta que se acabó toda aquella
generación que había obrado mal a los ojos de Yahveh.
14 ¡Y ahora vosotros os alzáis a imitación de vuestros padres, como
retoño de hombres pecadores, para atizar más el fuego de la ira de Yahveh
contra Israel!
15 Si os apartáis de él, volverá a retenernos en el desierto, y
acarrearéis el desastre a todo este pueblo.»
16 Entonces se acercaron a Moisés y le dijeron: «Podemos construir
aquí rediles para nuestras ovejas y ciudades para nuestros niños.
17 Pero nosotros tomaremos las armas a la cabeza de los israelitas,
hasta que los introduzcamos en sus lugares, mientras que nuestros hijos de
quedarán en las plazas fuertes, al abrigo de los habitantes del país.
18 No volveremos a nuestras casas hasta que los israelitas se
posesionen cada uno de su herencia.
19 Que nosotros no tendremos herencia con ellos al otro lado del
Jordán, pues nuestra herencia nos ha tocado del lado oriental del Jordán.»
20 Moisés les dijo: «Si hacéis lo que habéis dicho, si os armáis para
combatir delante de Yahveh,
21 y todos vuestros combatientes pasan el Jordán delante de Yahveh,
hasta que arroje a sus enemigos ante vosotros,
22 y la tierra es ocupada delante de Yahveh, podéis volver después y
quedaréis exentos de culpa ante Yahveh y ante Israel. Esta tierra os
pertenecerá en propiedad delante de Yahveh.
23 Pero si no lo hacéis así, habréis pecado contra Yahveh, y sabed que
vuestro pecado os saldrá al encuentro.
24 Construíos ciudades para vuestros niños, y rediles para vuestros
rebaños; pero haced lo que habéis prometido.»
25 Dijeron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés: «Tus
siervos harán como mi Señor manda.
26 Nuestros hijos, nuestras mujeres, nuestros rebaños y todo nuestro
ganado, se quedarán aquí en las ciudades de Galaad.
27 Pero tus siervos, todos los que llevan armas, pasarán delante de
Yahveh, para ir a la guerra, como dice mi Señor.»
28 Moisés dio orden al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los
jefes de las casas paternas de las tribus de los israelitas,
29 y les dijo Moisés: «Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén, todos
los que llevan armas, pasan con vosotros el Jordán, para combatir delante
de Yahveh, y la tierra queda dominada por vosotros, les daréis el país de
Galaad en propiedad.30 Pero si los que llevan armas no pasan con vosotros, tendrán su
herencia entre vosotros en el país de Canaán.»
31 Respondieron los hijos de Gad y los hijos de Rubén: «Lo que ha
hablado Yahveh a tus siervos, eso haremos.
32 Nosotros pasaremos armados delante de Yahveh al país de Canaán;
pero danos la propiedad de nuestra herencia a este lado del Jordán.»
33 Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén y a la media
tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sijón, rey de los amorreos, y el
reino de Og, rey de Basán; el país con las ciudades comprendidas en sus
fronteras y las ciudades colindantes.
34 Los hijos de Rubén construyeron las plazas fuertes de Dibón,
Atarot y Aroer,
35 Atrot Sofán, Yazer, Yogbohá,
36 Bet Nimrá, Bet Harán, y rediles para los rebaños.
37 Los hijos de Rubén construyeron Jesbón, Elalé, Quiryatáyim,
38 Nebo, Baal Meón, cambiadas de nombre, y Sibmá. Y pusieron
nombres a las ciudades que construyeron.
39 Los hijos de Makir, hijo de Manasés, fueron a Galaad, la
conquistaron y expulsaron a los amorreos que habitaban allí.
40 Moisés dio Galaad a Makir, hijo de Manasés, que se estableció allí.
41 Yaír, hijo de Manasés, fue y se apoderó de los aduares de ellos y
los llamó Aduares de Yaír.
42 Nóbaj fue y se apoderó de Quenat y de sus filiales, y le puso su
propio nombre Nóbaj.
Números 33
1 Estas son las etapas de los israelitas, que salieron de Egipto por
cuerpos de ejército, a las órdenes de Moisés y Aarón.
2 Moisés, por orden de Yahveh, escribió los puntos de donde partían,
etapa por etapa. Estas fueron sus etapas, con indicación de los puntos de
partida.
3 Partieron de Ramsés el mes primero. El día quince del mes primero,
al día siguiente de la Pascua, salieron los israelitas, la mano en alto, en
presencia de todos los egipcios.
4 Los egipcios estaban enterrando a los suyos que habían sido heridos
por Yahveh, a todos los primogénitos; Yahveh había hecho justicia de sus
dioses.
5 Partieron los israelitas de Ramsés y acamparon en Sukkot.
6 Partieron de Sukkot y acamparon en Etam, que está en el extremo
del desierto.
7 Partieron de Etam y se detuvieron en Pi Hajirot, que está frente a
Baal Sefón y acamparon delante de Migdol.
8 Partieron de Pi Hajirot y pasaron por medio del mar hasta el
desierto. Anduvieron tres días de camino por el desierto de Etam y
acamparon en Mará.9 Partieron de Mará y llegaron a Elim. En Elim había doce fuentes de
agua y setenta palmeras; allí acamparon.
10 Partieron de Elim y acamparon cerca del mar de Suf.
11 Partieron del mar de Suf y acamparon en el desierto de Sin.
12 Partieron del desierto de Sin y acamparon en Dofcá.
13 Partieron de Dofcá y acamparon en Alús.
14 Partieron de Alús y acamparon en Refidim, pero no había allí agua
para que bebiera la gente.
15 Partieron de Refidim y acamparon en el desierto del Sinaí.
16 Partieron del desierto del Sinaí y acamparon en Quibrot Hattaavá.
17 Partieron de Quibrot Hattaavá y acamparon en Jaserot.
18 Partieron de Jaserot y acamparon en Ritmá.
19 Partieron de Ritmá y acamparon en Rimmón Peres.
20 Partieron de Rimmón Peres y acamparon en Libná.
21 Partieron de Libná y acamparon en Rissá.
22 Partieron de Rissá y acamparon en Quehelatá.
23 Partieron de Quehelatá y acamparon en el monte Séfer.
24 Partieron del monte Séfer y acamparon en Jaradá.
25 Partieron de Jaradá y acamparon en Maqhelot.
26 Partieron de Maqhelot y acamparon en Tájat.
27 Partieron de Tájat y acamparon en Táraj.
28 Partieron de Táraj y acamparon en Mitcá.
29 Partieron de Mitcá y acamparon en Jasmoná.
30 Partieron de Jasmoná y acamparon en Moserot.
31 Partieron de Moserot y acamparon en Bene Yaacán.
32 Partieron de Bene Yaacán y acamparon en Jor Haguidgad.
33 Partieron de Jor Haguidgad y acamparon en Yotbatá.
34 Partieron de Yotbatá y acamparon en Abroná.
35 Partieron de Abroná y acamparon en Esyón Guéber.
36 Partieron de Esyón Guéber y acamparon en el desierto de Sin, es
decir, en Cadés.
37 Partieron de Cadés y acamparon en Hor de la Montaña, en la
frontera del país de Edom.
38 El sacerdote Aarón subió a Hor de la Montaña, según la orden de
Yahveh, y murió allí, el año cuarenta de la salida de los israelitas de Egipto,
el mes quinto, el primero del mes.
39 Tenía Aarón 123 años cuando murió en Hor de la Montaña.
40 El rey cananeo de Arad, que habitaba en el Négueb, en el país de
Canaán, se enteró de que llegaban los israelitas.
41 Partieron de Hor de la Montaña y acamparon en Salmoná.
42 Partieron de Salmoná y acamparon en Punón.
43 Partieron de Punón y acamparon en Obot.
44 Partieron de Obot y acamparon en Iyyé Haabarim, en la frontera de
Moab.
45 Partieron de Iyyim, y acamparon en Dibón Gad.
46 Partieron de Dibón Gad y acamparon en Almón Diblatáyim.47 Partieron de Almón Diblatáyim, y acamparon en los montes de
Abarim, frente al Nebó.
48 partieron de los montes de Abarim y acamparon en las Estepas de
Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó.
49 Acamparon cerca del Jordán entre Bet Hayesimot y Abel Hassittim
en las Estepas de Moab.
50 Yahveh habló a Moisés en las Estepas de Moab, cerca del Jordán, a
la altura de Jericó, y le dijo:
51 «Habla a los israelitas y diles: Cuando paséis el Jordán hacia el país
de Canaán,
52 arrojaréis delante de vosotros a todos los habitantes del país.
Destruiréis todas sus imágenes pintadas, destruiréis sus estatuas de
fundición, saquearéis todos sus altos.
53 Os apoderaréis de la tierra y habitaréis en ella, pues os doy a
vosotros todo el país en propiedad.
54 Repartiréis la tierra a suertes entre vuestros clanes. Al grande le
aumentaréis la herencia y al pequeño se la reduciréis. Donde le caiga a
cada uno la suerte, allí será su propiedad. Haréis el reparto por tribus
paternas.
55 Pero si no expulsáis delante de vosotros a los habitantes del país,
los que dejéis se os convertirán en espinas de vuestros ojos y en aguijones
de vuestros costados y os oprimirán en el país en que vais a habitar.
56 Y yo os trataré a vosotros en la forma en que había pensado
tratarles a ellos.»
Salmo 83 (82)
(1) = Cántico. Salmo. De Asaf. =
1 (2) ¡Oh Dios, no te estés mudo, cese ya tu silencio y tu reposo, oh
Dios!
2 (3) Mira cómo tus enemigos braman, los que te odian levantan la
cabeza.
3 (4) Contra tu pueblo maquinan intriga, conspiran contra tus
protegidos;
4 (5) dicen: «Venid, borrémoslos de las naciones, no se recuerde más
el nombre de Israel!»
5 (6) Así conspiran de corazón a una, pactan una alianza contra ti:
6 (7) las tiendas de Edom, los ismaelitas, Moab y los hagreos,
7 (8) Guebal, Ammón, Amalec, Filistea con los habitantes de Tiro;
8 (9) también Assur se ha juntado a ellos y se hace el brazo de los
hijos de Lot.
9 (10) Trátalos como a Madián y como a Sísara, = Pausa. = como a
Yabín en el torrente de Quisón,
10 (11) que fueron exterminados en Endor, quedaron hechos estiércol
de la tierra.
11 (12) Trata a sus caudillos como a Oreb y Zeeb, a todos sus
príncipes como a Zébaj y a Salmunná,
12 (13) que habían dicho: «¡Para nosotros conquistemos los dominios
de Dios!»
13 (14) Dios mío, ponlos como hoja en remolino, como paja ante el
viento.
14 (15) Como el fuego abrasa una selva, como la llama devora las
montañas, 15 (16) así persíguelos con tu tormenta, con tu huracán llénalos de
terror.
16 (17) Cubre sus rostros de ignominia, para que busquen tu nombre,
Yahveh.
17 (18) ¡Sean avergonzados y aterrados para siempre, queden
confusos y perezcan,
18 (19) para que sepan que sólo tú tienes el nombre de Yahveh,
Altísimo sobre toda la tierra!
Salmo 84 (83)
(1) = Del maestro de coro. Según la… de Gat. De los hijos de Coré.
Salmo. =
1 (2) ¡Qué amables tus moradas, oh Yahveh Sebaot!
2 (3) Anhela mi alma y languidece tras de los atrios de Yahveh, mi
corazón y mi carne gritan de alegría hacia el Dios vivo.
3 (4) Hasta el pajarillo ha encontrado una casa, y para sí la golondrina
un nido donde poner a sus polluelos: ¡Tus altares, oh Yahveh Sebaot, rey
mío y Dios mío! = Pausa. =
4 (5) Dichosos los que moran en tu casa, te alaban por siempre.
5 (6) Dichosos los hombres cuya fuerza está en ti, y las subidas en su
corazón.
6 (7) Al pasar por el valle del Bálsamo, lo hacen un hontanar, y la
lluvia primera lo cubre de bendiciones.
7 (8) De altura en altura marchan, y Dios se les muestra en Sión.
8 (9) ¡Yahveh Dios Sebaot, escucha mi plegaria, tiende tu oído, oh
Dios de Jacob!
9 (10) Oh Dios, escudo nuestro, mira, pon tus ojos en el rostro de tu
ungido. = Pausa. =
10 (11) Vale más un día en tus atrios que mil en mis mansiones, estar
en el umbral de la Casa de mi Dios que habitar en las tiendas de impiedad.
11 (12) Porque Yahveh Dios es almena y escudo, él da gracia y
gloria; Yahveh no niega la ventura a los que caminan en la perfección.
12 (13) ¡Oh Yahveh Sebaot, dichoso el hombre que confía en ti!
Salmo 85 (84)
(1) = Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo. =
1 (2) Propicio has sido, Yahveh, con tu tierra, has hecho volver a los
cautivos de Jacob;
2 (3) has quitado la culpa de tu pueblo, has cubierto todos sus
pecados, = Pausa. =
3 (4) has retirado todo tu furor, has desistido del ardor de tu cólera.
4 (5) ¡Haznos volver, Dios de nuestra salvación, cesa en tu irritación
contra nosotros! 5 (6) ¿Vas a estar siempre airado con nosotros? ¿Prolongarás tu
cólera de edad en edad?
6 (7) ¿No volverás a darnos vida para que tu pueblo en ti se regocije?
7 (8) ¡Muéstranos tu amor, Yahveh, y danos tu salvación!
8 (9) Voy a escuchar de qué habla Dios. Sí, Yahveh habla de paz para
su pueblo y para sus amigos, con tal que a su torpeza no retornen.
9 (10) Ya está cerca su salvación para quienes le temen, y la Gloria
morará en nuestra tierra.
10 (11) Amor y Verdad se han dado cita, Justicia y Paz se abrazan;
11 (12) la Verdad brotará de la tierra, y de los cielos se asomará la
Justicia.
12 (13) El mismo Yahveh dará la dicha, y nuestra tierra su cosecha
dará;
13 (14) La Justicia marchará delante de él, y con sus pasos trazará un
camino.
Hechos 17
1 Atravesando Anfípolis y Apolonia llegaron a Tesalónica, donde los
judíos tenían una sinagoga.
2 Pablo, según su costumbre, se dirigió a ellos y durante tres sábados
discutió con ellos basándose en las Escrituras,
3 explicándolas y probando que Cristo tenía que padecer y resucitar de
entre los muertos y que «este Cristo es Jesús, a quien yo os anuncio».
4 Algunos de ellos se convencieron y se unieron a Pablo y Silas así
como una gran multitud de los que adoraban a Dios y de griegos y no pocas
de las mujeres principales.
5 Pero los judíos, llenos de envidia, reunieron a gente maleante de la
calle, armaron tumultos y alborotaron la ciudad. Se presentaron en casa de
Jasón buscándolos para llevarlos ante el pueblo.
6 Al no encontrarlos, arrastraron a Jasón y a algunos hermanos ante
los magistrados de la ciudad gritando: «Esos que han revolucionado todo el
mundo se han presentado también aquí,
7 y Jasón les ha hospedado. Además todos ellos van contra los
decretos del César y afirman que hay otro rey, Jesús.»
8 Al oír esto, el pueblo y los magistrados de la ciudad se alborotaron.
9 Pero después de recibir una fianza de Jasón y de los demás, les
dejaron ir.
10 Inmediatamente, por la noche, los hermanos enviaron hacia Berea a
Pablo y Silas. Ellos, al llegar allí, se fueron a la sinagoga de los judíos.
11 Estos eran de un natural mejor que los de Tesalónica, y aceptaron
la palabra de todo corazón. Diariamente examinaban las Escrituras para ver
si las cosas eran así.
12 Creyeron, pues, muchos de ellos y, entre los griegos, mujeres
distinguidas y no pocos hombres.
13 Pero cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que también
en Berea había predicado Pablo la Palabra de Dios, fueron también allá, y
agitaron y alborotaron a la gente.
14 Los hermanos entonces hicieron marchar a toda prisa a Pablo hasta
el mar; Silas y Timoteo se quedaron allí.
15 Los que conducían a Pablo le llevaron hasta Atenas y se volvieron
con una orden para Timoteo y Silas de que fueran donde él lo antes
posible.
16 Mientras Pablo les esperaba en Atenas, estaba interiormente
indignado al ver la ciudad llena de ídolos.
17 Discutía en la sinagoga con los judíos y con los que adoraban a
Dios; y diariamente en el ágora con los que por allí se encontraban.
18 Trababan también conversación con él algunos filósofos epicúreos
y estoicos. Unos decían: «¿Qué querrá decir este charlatán?» Y otros:«Parece ser un predicador de divinidades extranjeras.» Porque anunciaba a
Jesús y la resurrección.
19 Le tomaron y le llevaron al Areópago; y le dijeron: «¿Podemos
saber cuál es esa nueva doctrina que tú expones?
20 Pues te oímos decir cosas extrañas y querríamos saber qué es lo
que significan.»
21 Todos los atenienses y los forasteros que allí residían en ninguna
otra cosa pasaban el tiempo sino en decir u oír la última novedad.
22 Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que
vosotros sois, por todos los conceptos, los más respetuosos de la divinidad.
23 Pues al pasar y contemplar vuestros monumentos sagrados, he
encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción: «Al
Dios desconocido.» Pues bien, lo que adoráis sin conocer, eso os vengo yo
a anunciar.
24 «El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor
del cielo y de la tierra, no habita en santuarios fabricados por manos
humanas,
25 ni es servido por manos humanas, como si de algo estuviera
necesitado, el que a todos da la vida, el aliento y todas las cosas.
26 El creó, de un solo principio, todo el linaje humano, para que
habitase sobre toda la faz de la tierra fijando los tiempos determinados y los
límites del lugar donde habían de habitar,
27 con el fin de que buscasen la divinidad, para ver si a tientas la
buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de
nosotros;
28 pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho
algunos de vosotros: “Porque somos también de su linaje.”
29 «Si somos, pues, del linaje de Dios, no debemos pensar que la
divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el
arte y el ingenio humano.
30 «Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia
ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse,
31 porque ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia,
por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de
entre los muertos.»
32 Al oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros
dijeron: «Sobre esto ya te oiremos otra vez.»
33 Así salió Pablo de en medio de ellos.
34 Pero algunos hombres se adhirieron a él y creyeron, entre ellos
Dionisio Areopagita, una mujer llamada Damaris y algunos otros con ellos.
Hechos 18
1 Después de esto marchó de Atenas y llegó a Corinto.
2 Se encontró con un judío llamado Aquila, originario del Ponto, que
acababa de llegar de Italia, y con su mujer Priscila, por haber decretado
Claudio que todos los judíos saliesen de Roma; se llegó a ellos3 y como era del mismo oficio, se quedó a vivir y a trabajar con ellos.
El oficio de ellos era fabricar tiendas.
4 Cada sábado en la sinagoga discutía, y se esforzaba por convencer a
judíos y griegos.
5 Cuando llegaron de Macedonia Silas y Timoteo, Pablo se dedicó
enteramente a la Palabra, dando testimonio ante los judíos de que el Cristo
era Jesús.
6 Como ellos se opusiesen y profiriesen blasfemias, sacudió sus
vestidos y les dijo: «Vuestra sangre recaiga sobre vuestra cabeza; yo soy
inocente y desde ahora me dirigiré a los gentiles.»
7 Entonces se retiró de allí y entró en casa de un tal Justo, que adoraba
a Dios, cuya casa estaba contigua a la sinagoga.
8 Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y
otros muchos corintios al oír a Pablo creyeron y recibieron el bautismo.
9 El Señor dijo a Pablo durante la noche en una visión: «No tengas
miedo, sigue hablando y no calles;
10 porque yo estoy contigo y nadie te pondrá la mano encima para
hacerte mal, pues tengo yo un pueblo numeroso en esta ciudad.»
11 Y permaneció allí un año y seis meses, enseñando entre ellos la
Palabra de Dios.
12 Siendo Galión procónsul de Acaya se echaron los judíos de común
acuerdo sobre Pablo y le condujeron ante el tribunal
13 diciendo: «Este persuade a la gente para que adore a Dios de una
manera contraria a la Ley.»
14 Iba Pablo a abrir la boca cuando Galión dijo a los judíos: «Si se
tratara de algún crimen o mala acción, yo os escucharía, judíos, con calma,
como es razón.
15 Pero como se trata de discusiones sobre palabras y nombres y cosas
de vuestra Ley, allá vosotros. Yo no quiero ser juez en estos asuntos.»
16 Y los echó del tribunal.
17 Entonces todos ellos agarraron a Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y
se pusieron a golpearlo ante el tribunal sin que a Galión le diera esto ningún
cuidado.
18 Pablo se quedó allí todavía bastantes días; después se despidió de
los hermanos y se embarcó rumbo a Siria; con él iban Priscila y Aquila. En
Cencreas se había cortado el pelo porque tenía hecho un voto.
19 Arribaron a Éfeso y allí se separó de ellos. Entró en la sinagoga y
se puso a discutir con los judíos.
20 Le rogaron que se quedase allí más tiempo, pero no accedió,
21 sino que se despidió diciéndoles: «Volveré a vosotros otra vez, si
Dios quiere.» Y embarcándose marchó de Éfeso.
22 Desembarcó en Cesarea, subió a saludar a la Iglesia y después bajó
a Antioquía.
23 Después de pasar allí algún tiempo marchó a recorrer una tras otra
las regiones de Galacia y Frigia para fortalecer a todos los discípulos.24 Un judío, llamado Apolo, originario de Alejandría, hombre
elocuente, que dominaba las Escrituras, llegó a Éfeso.
25 Había sido instruido en el Camino del Señor y con fervor de
espíritu hablaba y enseñaba con todo esmero lo referente a Jesús, aunque
solamente conocía el bautismo de Juan.
26 Este, pues, comenzó a hablar con valentía en la sinagoga. Al oírle
Aquila y Priscila, le tomaron consigo y le expusieron más exactamente el
Camino.
27 Queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron a ello y
escribieron a los discípulos para que le recibieran. Una vez allí fue de gran
provecho, con el auxilio de la gracia, a los que habían creído;
28 pues refutaba vigorosamente en público a los judíos, demostrando
por las Escrituras que el Cristo era Jesús.